Aficiones sin oficio

Amateurs

(J. L. Celada) Según el Diccionario de la Lengua Española, la voz francesa que en plural da título a esta modesta producción, Amateurs, “se usa con cierta frecuencia en español” para designar a quien “realiza una actividad por placer, no de modo profesional ni remuneradamente”. Y su empleo más común corresponde al mundo del deporte, donde resulta muy habitual la contraposición profesional-aficionado. Ahora bien, la riqueza del vocablo original traspasa los muros del pabellón o del estadio para regalarnos una acepción, “amante de…”, que añade interesantes matices a la obra de Gabriel Velázquez.

Debutante en el terreno del largometraje, junto a Chema de la Peña, con Sud Express (2005), el realizador salmantino vuelve a subirse al tren de la improvisación para emprender otro viaje junto a pasajeros anónimos. Si entonces los acompañó de París a Lisboa, aquí asiste a la travesía interior de dos Amateurs obligados a recorrer una distancia de menos kilómetros (de la portuaria Marsella al madrileño barrio de Vallecas), aunque envuelta de tantas o más dificultades. Los caminos del corazón (y la necesidad) tienen estas cosas. Ni disponen de un firme en buen estado, ni de calles pintadas con la ruta a seguir, ni siquiera de la posibilidad de un entrenamiento previo.

Todo eso sólo lo ofrece la pista de atletismo por la que corre la joven protagonista en la secuencia inicial del filme. A partir de ahí, un trágico imprevisto le empuja a iniciar una huida hacia delante sin tiempo para calentar o estirar. Hasta que, frente a ella, otro aficionado de las relaciones humanas, a punto ya de jubilarse, sucumbe a la tentación de jugar con la adolescente a ser padre e hija. Y ambos se dejan querer, de tal modo que esa relación imposible y fugaz acaba convirtiéndose en razón e impulso de sus respectivas existencias.

Amateurs es la historia de dos soledades aprendiendo juntas a ser amantes… de la vida y sus misterios, que compiten en equipo por aliviar sus miserias físicas y morales, por recuperar el rumbo y el sentido de sus días. No les será fácil, desde luego, porque las ruinas, pintadas y descochones a su alrededor actúan como espejo y recordatorio de sí mismos. Un escenario que, sin embargo, abusa del feísmo como recurso narrativo en busca de un mayor realismo, y que, por el contrario, acaba perjudicando la verosimilitud de la propia cinta.

Otro tanto ocurre con bastantes de sus personajes, incluido el anciano Francisco Luque. Muchos son primerizos en esto del cine, lo cual aquí, lejos de aportar frescura a las interpretaciones, resta profesionalidad al proyecto. Se puede apostar por un cierto estilo, ajustarse al presupuesto o admirar a Jaime Rosales, pero hay algo irrenunciable: el oficio. También para esta película, porque una buena idea como la de Amateurs nunca puede ser víctima de su mismo reclamo.

FICHA TÉCNICA

TÍTULO ORIGINAL: Amateurs

DIRECCIÓN: Gabriel Velázquez

GUIÓN: Gabriel Velázquez y Blanca Torres

FOTOGRAFÍA: David Azcano

MÚSICA: Pablo Crespo

PRODUCCIÓN: Arantxa Echevarría

INTÉRPRETES: Emilie de Preissac, Francisco Luque, Alberto Díaz, Juanma Hernández

En el nº 2.639 de Vida Nueva.

Compartir