Jorge Lozano: “La conflictividad social no es tan negativa”

obispo Jorge Lozano

Presidente de la Comsión de Pastoral Social del Episcopado argentino

obispo Jorge Lozano, presidente de la Comsión de Pastoral Social del Episcopado argentino

RICARDO L. MOSSO. MAR DEL PLATA. Foto: VNCS | Durante la primera Semana Social en la que participa como presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social del Episcopado argentino, monseñor Jorge Lozano habló en exclusiva con Vida Nueva y definió su visión sobre los aportes de la Iglesia en la búsqueda de acuerdos para la cuestión laboral.

– ¿Cómo fue que en esta Semana Social buscaron discutir varios temas bastante diferentes entre sí?

– Nos parecía bueno no dejar de lado algunas problemáticas sociales complejas, como la de los aborígenes y campesinos, y las adicciones, porque la falta de propuestas de trabajo a veces lleva a caer en la droga. Y el panel sobre redes mafiosas de trata de personas tiene que ver con que algunas de estas redes también son de explotación laboral. Desde Pastoral Social no queremos decir que estos sean los únicos problemas sociales, pero sí son de una seriedad tal que nos pareció bien darles lugar, porque afectan a más gente, sobre todo en los sectores más vulnerables.

– ¿En qué temas piensa que hay que hacer más propuestas?

– Son centrales la desocupación, el trabajo no registrado y la falta de acceso de los jóvenes al trabajo –que no son un problema solo de Argentina–, sin descuidar otros como la distribución de la riqueza.

– Son muchos como para atacar a la vez…

– Nosotros, desde un ámbito de reflexión, no podemos; pero el Estado tampoco puede decir: “Bueno, vamos a tratar de que todos tengan trabajo aunque no sea registrado”; tiene que enfocar todos los frentes a la vez. Los principios generales de la dignidad humana que se alcanza a través del trabajo abarcan a todas las edades y situaciones. En tal caso, habrá urgencias o prioridades y, desde la propia Iglesia, tendremos que ver qué podemos hacer con nuestros recursos limitados.

– En un momento en que se anuncian buena cantidad de paros en Argentina ¿qué le parece que ayuda más como propuesta de la Iglesia?

– La conflictividad social no es tan negativa, porque expresa tensiones que están. Nosotros sí tratamos siempre de dar palabras de aliento para que los conflictos no dañen la convivencia social. Porque si uno dice: “Que no haya reclamos”, lo único que logra es cargar más presión en la olla. No hay que perder nunca las herramientas democráticas y sí obrar de acuerdo a la ley, además de generar espacios como las Semanas Sociales y el de Nuevos Dirigentes, donde políticos mayores brindan su palabra.

En el nº 2.809 de Vida Nueva.

 

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