Los lefebvristas no ven avances en sus conversaciones con Roma

“El Vaticano II es un obstáculo insalvable”, declara su superior

(María Gómez) La beatificación de Juan Pablo II “crea un problema grave: el de un pontificado que avanzó a grandes pasos en el sentido errado, en la dirección del progresismo y de todo aquello que se llama ‘el espíritu del Vaticano II’”. Por eso la beatificación del papa polaco es un “problema”: porque no se trata solo de la consagración de la persona, “sino también del Concilio y de todo el espíritu que lo acompañó”.

Es uno de los principales obstáculos considerados como tal por el lefebvrista Bernard Fellay, superior general de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X (FSSPX), para que la Santa Sede y el movimiento alcancen un cierto entendimiento.

El otro es el 25º aniversario de la cumbre interreligiosa de Asís, una ceremonia que tendrá lugar en octubre y a la que asistirá Benedicto XVI: “Es un absurdo pedir que se realicen actos religiosos con ocasión de esta reunión, ya que entre las religiones existe una divergencia radical. En este contexto, es difícil entender lo que significa aspirar a la paz, cuando no se está de acuerdo sobre la naturaleza de Dios, sobre el significado que se le asigna a la divinidad. Uno se pregunta verdaderamente cómo podría llegarse a algún resultado serio”.

Fellay ha realizado estas declaraciones en una extensa entrevista concedida al Distrito de los Estados Unidos de la Fraternidad y difundida a través de su agencia DICI. En ella asegura que la única finalidad que persiguen las conversaciones que actualmente están manteniendo teólogos vaticanos es “una exposición de la doctrina”: “Queremos exponer a Roma lo que la Iglesia siempre enseñó, y con eso, señalar las contradicciones existentes entre esta enseñanza multisecular y lo que sucede después del Concilio. De nuestra parte, ese es el último objetivo que perseguimos”.

Cuando Benedicto XVI publicó, en enero de 2009, el decreto de levantamiento de las excomuniones a los cuatro obispos ordenados de manera ilícita por el cismático Marcel Lefebvre, ya anunció la constitución de estos coloquios para abordar las “dificultades doctrinales que siguen existiendo” con el movimiento. Para ello, la Santa Sede designó un comité de expertos (en el que se incluye Luis F. Ladaria, secretario de Doctrina de la Fe).

A la pregunta “¿Hay una evolución en el pensamiento de nuestros interlocutores después de nuestras exposiciones?”, Fellay responde, simplemente: “No pienso que se pueda decir eso”. Para el superior de la FSSPX, “el Vaticano II es realmente un obstáculo insalvable”, y por eso espera que las “críticas incipientes [al Concilio], llamémoslas objetivas, serenas, se amplíen”.

En cuanto al papel de Ratzinger en el acercamiento con su movimiento, Fellay opina que el Papa “teme que se produzca un cisma (…). ¿Significa eso que manifiesta mayor comprensión para con la Fraternidad? Pienso que hay cierta simpatía, pero con límites”.

En el nº 2.744 de Vida Nueva.

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