Un jesuita israelí habla desde el “infierno que hemos creado” en Gaza

“No tenemos que decir lo que los israelíes quieren oír, aunque se nos acuse de ser antisemitas. Tampoco lo que los palestinos quieren oír, incluso si luego nos llaman colonialistas”, afirma David Neuhaus

David Neuhaus, jesuita israelí, ha vivido en Tierra Santa la mayor parte de su vida y es profesor en el Pontificio Instituto Bíblico de Jerusalén. Tras los últimos acontecimientos en Israel, el religioso ha analizado junto a Katholisch la situación actual y la labor de la Iglesia, subrayando, ante todo, que los ataques de Hamás a Israel son algo “terrible” que vivió “con impotencia, miedo y asco”. Lo mismo, dice, que ha sentido ante el bombardeo de zonas residenciales en Gaza. “Una cosa es como ser humano mirar a otro ser humano a la cara y masacrarlo. La otra es más clínica: no ves a quién estás matando, pero estás matando. Y matar es repugnante”, ha aseverado.



Así, Neuhaus ha explicado que en Tierra Santa no hay una “comunidad cristiana” como tal. “Los cristianos aquí son parte del grupo étnico al que pertenecen. Muchos cristianos en Tierra Santa son árabes palestinos, y miren lo que les está sucediendo como tales”, ha explicado. Por otro lado, y en menor medida, el jesuita ha señalado que “algunos cristianos son israelíes de habla hebrea y por lo tanto también tienen una perspectiva israelí”. Por ello, y aunque “a los líderes religiosos de Tierra Santa les gustaría –y a mí– que los cristianos miraran el mundo con una mirada especial: con más amor a los enemigos, sentido de la justicia, reconciliación y, sobre todo, el valor cristiano central del perdón”, lo cierto es que “en medio de una batalla en la que se mata brutalmente a la gente, los cristianos son capturados por sus grupos sociales. Eres parte del todo como cualquier otra persona normal, y no siempre de forma positiva”.

Una Iglesia independiente

Sin embargo, Neuhaus explica que esto no significa que los cristianos palestinos vean los ataques de Hamás con buenos ojos. “Yo no diría eso”, ha dicho, “pero la mayoría de la gente ve ante todo el terrible sufrimiento de su propio pueblo, los árabes palestinos. Solo entonces se fijan en el sufrimiento de los judíos israelíes, que no tratan especialmente bien a los árabes, independientemente de su religión”. “En tiempos de guerra”, sentencia el jesuita, “la gente se apega ante todo a su pueblo, incluidos los cristianos”.

Asimismo, ante los reproches de Israel a la declaración inicial de los líderes de las Iglesias cristianas “por no condenar suficientemente el ataque de Hamás”, Neuhaus considera que, “por mucho que el Estado de Israel quiera más condena, eso no significa que tengamos que doblar el cuello y seguirla sin oposición”. Y es que, como Iglesia, “nuestras palabras deben ser proféticas”. “No tenemos que decir lo que los israelíes quieren oír. Por supuesto, entonces se nos acusa de ser antisemitas”, afirma. “Tampoco tenemos que decir lo que los palestinos quieren oír de nosotros, incluso si luego nos llaman colonialistas. La Iglesia debe tener la libertad de decir lo que sea necesario porque no es una parte involucrada. No tiene nada que ganar económicamente con ello ni ventajas militares”, asevera Neujaus. “Estamos aquí por una razón: proclamar la Buena Nueva, y ese es un mensaje para todos. Este mensaje pretende cambiar y abrir un horizonte que permita una nueva visión del infierno que hemos creado aquí”.

Noticias relacionadas
Compartir