Repara: el ‘hub’ antiabusos del Arzobispado de Madrid atendió a 78 víctimas en 2023

Del total de personas acompañadas, 64 sufrieron abusos sexuales y 14 de autoridad y de conciencia

Repara, el ‘hub’ antiabusos del Arzobispado de Madrid, atendió a 78 víctimas directas de abusos en 2023. Del mismo modo, acompañó a siete familiares y orientó a un victimario de una diócesis española que abusó de un menor. Además, se han efectuado más de 100 intervenciones puntuales o asesoramientos, sobre todo a través del teléfono o correo electrónico. En concreto, más de 180 personas contaron con el apoyo del área de atención el pasado año, según informa la propia Archidiócesis en un comunicado.



Del total de personas acompañadas, 64 sufrieron abusos sexuales y 14 de autoridad y de conciencia, siendo 66 mujeres y 12 hombres. De estos 64 casos de abusos sexuales, cuatro afectan a menores en el momento de la denuncia, 49 a adultos en el momento de la denuncia y menores en el abuso, y 11 a adultos en el momento del abuso y de la denuncia. De los 14 abusos de autoridad y de conciencia, nueve se dieron dentro de la Vida Religiosa, uno en la Archidiócesis de Madrid, otro en otra diócesis y tres en movimientos y realidades eclesiales.

De los 78 posibles casos de abuso llegados a Repara, 38 se refieren al ámbito intrafamiliar, dos a personas particulares sin vinculación familiar, 11 al ámbito de la vida consagrada, seis a clero de la Archidiócesis de Madrid, cinco a sacerdotes de otras diócesis y cuatro a movimientos y realidades eclesiales.

Dentro del ámbito del clero de Madrid, tres víctimas eran menores en el momento de los hechos y denunciaron ya siendo adultas, y otras tres eran adultas también en el momento de los hechos.

Las parroquias, la primera mano amiga

Más allá de las cifras, “nos preocupa que se pueda confundir el posible delito con el daño que manifiesta la víctima, porque este no se mueve por criterios jurídicos. En ocasiones, nos encontramos con comportamientos no delictivos y que, por tanto, no entrarán a formar parte de otras estadísticas y registros, pero que sí han resultado lesivos. Efectivamente, cabe que el Juzgado o la Fiscalía determinen que no hay delito, o que no se ha podido probar o que está prescrito y, sin embargo, existe un daño. Por otro lado, hay personas víctimas que están siendo atendidas terapéuticamente, pero que todavía no han formalizado denuncia, ya que, a menudo, llegar a ese punto requiere un largo proceso de toma de conciencia que no siempre desemboca en un acto jurídico”, señalan desde Repara.

En este sentido, recuerdan que “nuestra clasificación no prejuzga el resultado procesal (no es un registro de penados ni de delitos), sino de lo que demandan las víctimas según su relato. Ello implica que en ocasiones puede darse algún desajuste formal y, como en toda taxonomía, especialmente en la Iglesia, con una realidad organizativa y estatutariamente tan compleja, pueden darse aparentes descuadres en función del cuándo, quién y desde dónde se contempló un mismo caso”.

En el abuso intrafamiliar se ha detectado un incremento de entradas a través de las parroquias de Madrid. “Se empieza a percibir el impacto de la actividad sensibilizadora y formativa de Repara. Cada vez más sacerdotes se están haciendo cargo de las víctimas de todo tipo de abusos y las acompañan hasta Repara para que reciban orientación y terapia. Crece, pues, la sensibilidad de que la fe solo no basta para sanar lo más traumático”, explican.

Más formación y sensibilización

Desde Repara destacan que, en el ámbito eclesial, “el abuso sexual y el abuso de autoridad a menudo conviven”. De hecho, “el abuso sexual es el resultado final de un proceso de dominación y manipulación, en nombre de Dios, que cosifica a la persona”. Por ello, “resulta muy preocupante el abuso de autoridad y de conciencia a personas adultas, no vulnerables, sino vulneradas”.

Así, insisten “en la preocupación de la insuficiente atención que, en general, se presta dentro de la Iglesia a los abusos a adultos y los de conciencia y la mínima relevancia que se da fuera a los abusos intrafamiliares y en otros contextos”.

Por otro lado, durante este curso se ha ampliado el trabajo que se está realizando desde el área de formación. “Han aumentado considerablemente las sensibilizaciones y los lugares eclesiales donde somos requeridos, dándonos voz”, destacan. Además, en 2023 se impartió formación y sensibilización de manera directa a más de 500 personas, inscritas en cualquiera de las modalidades formativas ofrecidas.

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