El Vaticano matiza que no despedirá a sus empleados antivacuna

La Santa Sede ha explicado en un comunicado que tratará de “encontrar una respuesta flexible y proporcional al equilibrio entre la protección de la salud de la comunidad y la libertad de elección individual”

Ayer la agencia ANSA informaba de que el Vaticano, a través de su último Decreto sobre Emergencia de Salud Pública, podría imponer “consecuencias de diverso grado” a los empleados que se nieguen a ponerse la vacuna contra el Covid-19, las cuales podrían llegar hasta “la terminación de la relación laboral”. Sin embargo, la Santa Sede ha matizado hoy, por medio de un comunicado, que las medidas a tomar con los trabajadores que no quieran recibir la vacuna “sin un motivo de salud” no tendrían, en “ningún caso carácter sancionador o punitivo”.



“Más bien”, continúa el Vaticano, estas actuaciones estarían destinadas a “encontrar una respuesta flexible y proporcional al equilibrio entre la protección de la salud de la comunidad y la libertad de elección individual, sin poner en práctica ninguna forma de represión contra el trabajador”.

Riesgos de no vacunarse

Asimismo, la Santa Sede ha subrayado que estas medidas se tomarían con el único objetivo de “minimizar el peligro” de contagio y, a su vez, permitir al empleado “encontrar alternativas para la realización de su trabajo”. “La adhesión voluntaria a un programa de vacunación”, asevera el Vaticano, “debe tener en cuenta el riesgo que supone la negativa del interesado para él mismo, para los otros y para el entorno laboral”.

Por otra parte, han aclarado que el Decreto fue redactado con la intención de dar “una respuesta normativa urgente” a una “emergencia sanitaria” que así lo requiere, y que exige “salvaguardar y garantizar la salud y el bienestar de la comunidad de trabajo, de los ciudadanos y de los residentes del Estado de la Ciudad del Vaticano”.

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