Editorial

Transparencia frente a los abusos para rebajar la presión

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Por primera vez se han dado a conocer en España cifras globales sobre los abusos sexuales en el seno de la Iglesia. A iniciativa del secretario general del Episcopado, Luis Argüello, la Santa Sede ha notificado que, en las dos últimas décadas, se han investigado 220 casos.



Aunque se desconoce cuántos han acabado con sentencias condentarias y absolutorias ni cuántas víctimas estarían  estarían afectadas, estos datos suponen un avance más que significativo a la hora de visibilizar el trabajo que se viene haciendo para acabar con esta lacra.

Solo con estos apuntes hechos públicos se contribuye a rebajar la presión mediática, se va borrando el mito de la complicidad eclesial y se crea la conciencia de que se trata de una epidemia silenciada por la sociedad: a saber, 220 casos frente a 220.000 denuncias en la Fiscalía de Menores.

Frenar esa cultura de la sospecha sobre los clérigos pasa por apostar por la transparencia informativa, sea con una auditoria histórica, un informe anual sobre la actividad diocesana de las oficinas de atención a las víctimas o con acciones conjuntas con las congregaciones dentro de ese nuevo servicio de coordinación aprobado por la Plenaria de los obispos.