Fernando Vidal, sociólogo, bloguero A su imagen
Director de la Cátedra Amoris Laetitia

Un mundo familista y una España materialista ante el sentido de la vida


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Según una encuesta del Pew Research Center en 2021 en que analiza a 17 países, la familia es internacionalmente la fuente primera y mayoritaria de sentido de la vida y para muchos la única. Desde la perspectiva de España, se encuentra en la media internacional de valoración de la familia y supera la referencia a amigos, comunidad, la sociedad en general y sus instituciones como fuentes de sentido de la vida. Su singularidad respecto a todo el resto de países europeos es la muchísimo mayor importancia que concede a la salud (el triple), el bienestar material (el doble) y el trabajo. Al respecto, España aparece como un país principalmente materialista en su enfoque del sentido de la vida.



La ola de primavera de 2021 de la Encuesta Global de Actitudes del Pew Research Center presenta resultados sobre las fuentes de sentido vital en un conjunto de diecisiete países desarrollados. El grupo incluye nueve naciones europeas (Grecia, Reino Unido, Suecia, Italia, Holanda, Bélgica, España, Francia y Alemania), cuatro asiáticas (Singapur, Japón, Corea del Sur y Taiwán) y cuatro de la órbita anglosajona (Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos y Canadá). La encuesta cuenta con una muestra de 16.254 adultos entrevistados en mayo de 2021 y 2.596 estadounidenses en febrero de 2021. El equipo liderado por Laura Silver publicó los resultados el 18 de noviembre de 2021 en la web del Pew Research Center, bajo el título ‘What Makes Life Meaningful? Views From 17 Advanced Economies’.

El orden de las fuentes de sentido de la vida es el siguiente: un 38% menciona la familia, el 25% el trabajo, el 19% el bienestar material, el 18% los amigos y comunidad, el 17% la salud física y mental, el 14% la sociedad y sus instituciones, el 12% la libertad e independencia, el 10% diferentes aficiones, el 5% la educación y formación, el 5% la naturaleza, el 4% a la pareja, el 3% el compromiso y el servicio cívicos, el 3% los viajes y nuevas experiencias, el 2% la jubilación, el 2% la espiritualidad, la fe o la religión y el 1% las mascotas.

España, el país más materialista de la lista

España aparece como una excepción: el país más materialista en sus fuentes de sentido. La primera es la salud, la segunda el bienestar material y la tercera el trabajo. Familia y sociedad ocupan el cuarto y quinto puesto, respectivamente.

gráfico Fernando Vidal familia

Fuente: Silver, Laura et al. (2021). What Makes Life Meaningful? Views From 17 Advanced Economies. Pew Research Center, 18 de noviembre de 2021.

La familia, fuente mayoritaria del sentido de la vida

El principal resultado de la encuesta sustancia que la familia es la principal fuente de sentido en la vida de los habitantes de catorce de esos diecisiete países. Al preguntar por familia se incluían familia en general, hijos, parientes, nietos, abuelos, niños en gestación, hermanos, la crianza de los hijos, dejar un legado, familia extensa, tías y tíos, primos, etc. Catorce de ellos, efectivamente, eligen la familia como la primera fuente; es, de largo, la referencia más señalada por los encuestados. El 38% de los adultos confiesan que encuentra el sentido de su vida en su familia inmediata o extensa, o en relaciones familiares específicas. Grecia (54%) y tres países anglosajones —Australia (56%), Nueva Zelanda (55%) y Estados Unidos (49%)— son los países donde más gente señala la familia como fuente de sentido.

La familia, única fuente de sentido para muchos

La encuesta ofrecía una amplia batería de aspectos que podían ser señalados —bienestar material, empleo, salud, amigos, religión o espiritualidad, etc.—, pero hubo personas que solamente mencionaron uno de los aspectos. Entre quienes solo eligieron una única fuente de sentido, la familia es la más frecuentemente elegida como fuente única de sentido. Un tercio (34%) de los encuestados señalan solo una fuente para el sentido de sus vidas y dicha fuente es muy mayoritariamente la familia. Los asiáticos están más concentrados en una única fuente de sentido, mientras que el resto tiene un mapa plural de fuentes. Los países asiáticos señalan en mayor medida una única fuente de sentido: lo hace el 62% de los surcoreanos, el 59% de los japoneses, el 46% de taiwaneses y el 45% de los habitantes de Singapur. Solo eligen una opción entre el 30 y 40% de ciudadanos de Alemania, Canadá, Grecia, Reino Unido y Bélgica. En el resto de países, la selección de una fuente única se halla por debajo del 30% (España, el 24%, igual que en Italia, Holanda, Suecia y Estados Unidos).

Asia, ajena a la familia como fuente de sentido

Los países asiáticos ocupan las cuatro últimas posiciones en valoración de la familia como sentido de la vida. En Singapur menciona la familia el 29%, en Japón el 26%, Corea del Sur el 16% y Taiwán el 15%.

Países familistas que no lo son tanto

Las llamativas excepciones en materia de familia son España y Corea del Sur, dos sociedades que siempre han sido consideradas típicamente familistas. Italia y Grecia, sin embargo, soportan consistentemente esa característica de la Europa mediterránea. España prioriza las fuentes de sentido por este orden: salud, bienestar material, empleo y familia. Corea del Sur lo ordena así: bienestar material, salud y familia. Taiwán valora con esta preferencia: la sociedad en general como fuente de sentido, bienestar material, familia y libertad.

El porcentaje de españoles que señalan la familia como sentido de la vida (36%) es similar a Holanda (38%) y Bélgica (37%), y superior a Francia (32%) y Alemania (32%). La diferencia es que, para esos cuatro países, la familia es lo que más valoran, mientras que en España hay otras tres cuestiones que los encuestados mencionan en mayor medida: salud, bienestar material y trabajo.

Sobre todo los adultos de 30-49 años aprecian el sentido vital que proporciona la familia

El análisis por edad muestra que la familia es sobre todo valorada como fuente de sentido por aquellas personas que tienen entre treinta y cuarenta y nueve años. Es la fase del ciclo vital en la que se más se convive con niños en el hogar. Esto sucede así en todos los países encuestados, salvo en Taiwán, donde son los mayores de sesenta y cinco años quienes lideran la preferencia por la familia.

La familia llega a ser el principal sentido de la vida para el 70% de los adultos de 30-49 años en Australia y el 67% en Nueva Zelanda. Grecia (64%), Suecia (58%), Estados Unidos (53%), Canadá (53%) y Reino Unido (52%), también destacan por tener una mayoría de adultos de 30-49 años cuyo centro de sentido es la familia. España (41%) ocupa un puesto cercano a Francia (43%) o Alemania (38%). Los países asiáticos son aquellos en los que esta franja de edad media elige menos la familia como sentido (Japón, 37%; Singapur, 37%; Corea del Sur, 25%; Taiwán, 18%).

Una nueva generación joven muy familista

Si atendemos a las preferencias de los más jóvenes, la familia es la primera opción para los jóvenes estadounidenses (el 45% de ellos la elige como principal fuente), suecos (45%) e italianos (45%). En Italia la familia obtiene menor puntuación en el panel general ya que sus mayores la eligen menos como primera fuente.  Los países cuyos jóvenes son, a continuación de los anteriores, más familistas son Nueva Zelanda (44%), Australia (43%) y Canadá (39%). De nuevo, cuatro de los cinco países anglosajones lideran la preferencia por la familia. A continuación, encontramos el grueso de países europeos, en los cuales más de un tercio de sus jóvenes eligen la familia como centro de su sentido de la vida: España (36%), Grecia (36%), Holanda (36%), Alemania (35%), Reino Unido (34%) y Bélgica (33%). En Francia es un 20%. Las puntuaciones más bajas de jóvenes familistas las obtiene el sector asiático: Singapur (28%), Japón (12%), Taiwán (9%) y Corea del Sur (3%).

Las mujeres, mucho más familistas

La encuesta muestra que la familia es más mencionada como primera opción por las mujeres, aquellos que tienen mayores ingresos y un nivel educativo alto. En Nueva Zelanda la elección de la familia como primera fuente tiene una marcada diferencia por género: 64% de las mujeres y 45% de los varones. También es amplia la diferencia en Canadá (50% y 33%), en Alemania (39% y 25%), Australia (61% y 50%), Reino Unido (51% y 40%), Estados Unidos /55% y 44%) y Holanda (43% las mujeres y 33% los varones). Las diferencias por sexo son, en cambio, menores en España e Italia, y en el grupo de países asiáticos.

Más la familia que la pareja

La mayor fuente de sentido es la familia, en general, no principalmente el cónyuge o la pareja. Solamente el 4% del total de encuestados en los diecisiete países mencionan específicamente la pareja como sentido de la vida. Es más señalado en Estados Unidos (9%), Holanda (8%) e Italia (7%). Quienes menos tienen a la pareja como referencia de sentido vital son España (3%) y los cuatro países asiáticos (los cuatro con un 2% o menos de encuestados). Una de las explicaciones que podrían señalar por qué España tiene una posición menos familista que los demás países reside en que su población femenina elige en mucha menor medida la familia que en otros países.

Amigos, comunidad y sociedad como fuente de sentido

Otros lazos comunitarios tienen una posición intermedia como fuente de sentido. Los amigos, la comunidad ocupan el cuarto lugar por detrás del empleo y casi empatado con el bienestar material: son mencionados por el 18% de los encuestados. En total, si sumamos los vínculos familiares y comunitarios, hay un 60% de encuestados que señalan los vínculos como fuente de sentido (familia, 38%; amigos y comunidad, 18%; 4%, pareja).

Si ampliamos el foco, en esa fuente relacional del sentido de la vida podemos incluir a aquellos que han señalado la sociedad y sus instituciones (14%) y el compromiso y servicio social (3%). De este modo, más de tres de cada cuatro personas encuestadas —el 77%— tienen como fuente de sentido a los demás.

En la valoración de la sociedad y sus instituciones como fuente de sentido de la vida, España ocupa un lugar prominente: es el tercer país (mencionado pro el 20% de encuestados) que más las estima, tras Taiwán (38%) y Singapur (23%). Salvo España e Italia (18%), los países europeos están en bajas valoraciones de la sociedad y sus instituciones como fuente de sentido (Suecia, 14%; Bélgica, 13%; Francia, 7%; Alemania, 7%); Grecia, 6%; Reino Unido, 5%). Es en Japón donde menos encuestados lo señalan (4%).

Los países anglosajones son quienes más señalan el compromiso y servicio cívicos como fuente de servicio: cuatro de sus países encabezan los primeros cinco puestos de la lista (Estados Unidos, 7%; Australia, 6%; Nueva Zelanda, 6% y Canadá, 3%).

Solo un 2% señalan a la religión o espiritualidad como fuente de sentido

Según la encuesta del Pew Research Center de primavera de 2021, solamente una de cada 50 personas dice que la espiritualidad o la religión sean fuente para el sentido de su vida. Estados Unidos es la excepción en materia de espiritualidad, fe y religión ya que el 15% de su población lo menciona como fuente de sentido. En el resto de países lo hace menos del 5%. Los países anglosajones —salvo Reino Unido— son quienes lideran la lista: Nueva Zelanda (5%), Australia (4%) y Canadá (3%). En los demás países no supera el 2% de los encuestados.

Uno de cada diez problematizan el sentido vital

La encuesta también recoge qué porcentaje de población tiene dificultades para identificar algo que dé sentido a su vida. En su conjunto, el 10% de los habitantes de los diecisiete países se encuentran con dicha dificultad. Los cuatro países que menos problemas tienen para reconocer una fuente de sentido son anglosajones: Australia (6%), Canadá (6%), Nueva Zelanda (5%) y Reino Unido (4%). En cambio, es alto en Estados Unidos: el 17%. El país donde más gente tiene dificultades para mencionar una fuente de sentido es Italia, el 21%. En España se encuentra cercano, pero superior a la media: el 12% —porcentaje similar a Bélgica, Francia o Grecia.

El sentido vital de la salud

España es el país en el que muchas más personas escogen la salud como fuente de sentido, convirtiéndola en su primera opción: es el 48% frente a la media del 17%. España triplica al resto de países al considerar la salud como fuente de sentido de su vida. El siguiente país que la señala es Holanda, con un lejano 31% y el tercero Alemania y Suecia, donde coinciden en ello el 22%. Los que menos valoran la salud son los asiáticos Taiwán (6%) y Singapur (8%). También el grupo entero de países anglosajones tienen a la salud en baja consideración como fuente de sentido para la vida (Reino Unido, 15%; Australia, 13%; Canadá, 12%; Nueva Zelanda, 12%; Estados Unidos, 11%).

Bienestar material como fuente de sentido de la vida

España también encabeza la lista de países para quienes la fuente del sentido de su vida se encuentra en el bienestar material, la estabilidad financiera y la calidad de vida. Lo menciona el 42% de su población, siendo la media global del 19%. España duplica sobradamente el materialismo del conjunto de diecisiete países encuestados. El siguiente país donde más gente lo considera fuente de sentido es Holanda, donde lo elige el 33% de los habitantes, casi diez puntos porcentuales menos. Tres países europeos son los que muestran menor grado de materialismo: Francia (mencionan esta fuente el 14% de sus ciudadanos), Grecia (14%) y Reino Unido (12%). En la operacionalización del ítem de bienestar material se incluye a quienes señalaron la calidad de vida, las finanzas domésticas, dinero, vivir confortablemente, seguridad, estabilidad, necesidades básicas, riqueza, lujo o vivir una vida normal.

El trabajo y el sentido

Italia y España encabezan la lista de países que valoran más el trabajo como fuente de sentido para la vida. El 43% de los italianos y el 40% de los españoles lo mencionan. Para los italianos, el trabajo ocupa junto con la familia el primer lugar. Para los españoles es la tercera fuente, ya que valoran todavía más la salud y el bienestar material. Tras Italia y España, está Suecia (37%). Luego, tres países anglosajones: Australia (29%), Nueva Zelanda (29%) y Canadá (26%). Los últimos son tres de los asiáticos: Japón (15%), Taiwán (9%) y Corea del Sur (6%). En Formación, España con un 6% también está entre los cuatro países en que más ciudadanos la eligen como fuente de sentido (Australia, 8%; Suecia, 8%; Nueva Zelanda, 7%).

Cuanto mayor es el estatus económico del encuestado, en mayor medida señala al trabajo como fuente de sentido. En Suecia es donde mayores diferencias se muestran: indica el trabajo como fuente de sentido el 52% de quienes tienen más altos ingresos y el 23% de los que menos. En Reino Unido lo valoran el 28% de los más ricos y el 11% de los más pobres.

Las encuestas son fotografías de una situación en un momento determinado y sus muestras pueden estar mejor o peor afinadas. Una encuesta debe ser vista en el conjunto de investigaciones que se hayan llevado a cabo, pero también son un dato a tener en cuenta. En este caso, el retrato materialista de España debe ser puesto en consideración con otras encuestas de comparativa internacional, pero es una señal que advierte de una situación que requiere reflexión.