Redactor de Vida Nueva Digital y de la revista Vida Nueva

¿Qué va de la Plenaria estadounidense a la española?


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Los estadounidenses

En la Plenaria de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos ha habido tensiones entre la visión de la Iglesia ofrecida por el nuncio, el cardenal francés de la última hornada Christophe Pierre, y la que perciben los propios obispos. Una diferencia de criterio que el presidente del Episcopado estadounidense, el arzobispo castrense Timothy P. Broglio, no ha ocultado en una entrevista en la web OSV News.



Broglio dijo abiertamente que el nuncio se equivocaba y que él no comparte la visión presentada por el purpurado de un país de iglesias y seminarios vacíos en una entrevista a la revista de los jesuitas ‘America Magazine’. Para el presidente la impresión del nuncio “no se corresponde con la realidad de la Iglesia en Estados Unidos” y todavía hay algunos seminarios que están “al límite de sus capacidades”. Ahora bien, el obispo castrense se muestra dispuesto a seguir aprendiendo y trabajando para desarrollar la fe.

En este punto sobresale también el tema de las críticas a de los americanos al papa Francisco, algo de lo que no se libra el propio presidente –y no solo el obispo dimitido en Texas–. Para el obispo castrense el propio pontífice tampoco entiende a la Iglesia de Estados Unidos. “Toda la experiencia del Papa es completamente argentina, a pesar de su estancia de tres años en Alemania”, explicó. “Creo que la primera vez que vino a Estados Unidos como Papa fue en su única visita hasta la fecha”, añadió, y “Estados Unidos es un gran país que no se puede descubrir en cinco días”. Así, remata Broglio, no cabe esperar que el Papa tenga una “visión vivencial de los distintos lugares” de EE.UU. si bien, “el papa Francisco es alguien que siempre está dispuesto a escuchar a los demás. Para mí, el tiempo que dedica a las audiencias es un sello distintivo de su pontificado”. Cal y arena.

Los españoles

A estas alturas ya se habrán intercambiados sus discursos el nuncio en España y el presidente de la Conferencia Episcopal Española ya que este lunes comienza en Madrid la asamblea plenaria de los obispos españoles. Un encuentro que se prolongará hasta el viernes, 24 de noviembre. Entre los documentos pendientes del visto bueno están el texto “Proyecto en favor de la dignidad de la persona” de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social y la Promoción Humana; el “Directorio sobre las retransmisiones de celebraciones litúrgicas” –¿quizá como respuesta a la pandemia y las misas por YouTube y su pervivencia en el canal?–; y el Reglamento del órgano de cumplimiento normativo (Compliance) de la propia organización.

Entre los grandes proyectos está la puesta en marcha de la Mesa de diálogo interconfesional de España entre la Iglesia católica y las distintas Confesiones cristianas o el nuevo Proyecto marco de Pastoral de Juventud ya que ‘Christus vivit’ se firmó en 2019; los detalles del Congreso “La Iglesia en la educación” y el Encuentro nacional de laicos sobre el Primer Anuncio que se desarrollarán el febrero. Tema central parece el plan de reparación integral de víctimas de abusos sexuales en el ámbito eclesiástico algo preparado por el Servicio de coordinación y asesoramiento de las oficinas para la protección de menores y que va más allá de Informe del Defensor del Pueblo. Este tema que se ha trabajado en reuniones previas puede ser una nueva oportunidad para ver la evolución de la respuesta eclesial en este tiempo.

Plenaria extraordinaria abusos CEE

La jornada

La plenaria de este año comienza precisamente el 20 de noviembre y, como se apunta en el subsidio litúrgico preparado por la propia Conferencia Episcopal para este día, “la Iglesia en España, desde hace algunos años, ha querido dedicar este día de la Jornada Universal de la Infancia a la oración y la penitencia por las víctimas de abusos sexuales”. “Los cristianos elevamos nuestras súplicas hoy, en primer lugar, por los niños y los jóvenes, para que todos tengan un hogar y unos ambientes adecuados donde puedan crecer y desarrollarse en paz y armonía, y no tengan que vivir jamás ninguna situación de abuso”, se invita a rezar.

Entre esos menores se recuerdan, se lee en la propuesta de introducción a la celebración, “con especial cariño a quienes sí han sufrido cualquier clase de abuso físico o moral; oramos por ellos, para que puedan reponerse y recuperen la confianza, la alegría y la esperanza que les fue arrebatada de forma tan injusta”. Por eso es una oportunidad penitencial para pedir “perdón por los abusos cometidos contra niños por parte de pastores y fieles en el seno de la Iglesia, y oramos al Señor de la vida para que nunca vuelvan a repetirse semejantes atrocidades, y para que conceda a todos los miembros de la Iglesia un mayor sentido de responsabilidad respecto a los menores a ellos confiados”. Una elocuente llamada que se comience esta plenaria con las oraciones de la misa por el perdón de los pecados.