El laberinto se extendió dentro de las iglesias durante el Medievo como instalación en la que las personas pudieran realizar una experiencia espiritual. El mayor exponente del gótico, la Catedral de Chartres posee el más famoso del mundo, realizado en torno al año 1205. Su laberinto circular crea un recorrido de 264 metros con 272 baldosas en una zona del pavimento con un diámetro de casi 13 metros –el mismo tamaño del rosetón, lo cual también traza un paralelismo, es un laberinto de luz–.
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El ancho del camino es de un tercio de metro, 34 centímetros, justo para que camine una sola persona. Estos laberintos proponen una peregrinación, representan el discernimiento para hallar la voluntad de Dios, representaron el viaje a Jerusalén –en la Basílica de San Servacio, en Maastricht, la ciudad de Jerusalén está representada en el centro de su laberinto–, pero también el viaje de la vida, la búsqueda de Dios y del centro.
El Laberinto de Chartres abre un camino por las complicaciones, pérdidas e incertidumbres hacia el centro de las cosas, el Principio y Fundamento de la existencia y la realidad. Hace suya toda la simbología del laberinto y el camino. La diferencia con los laberintos que buscan perder al caminante, en el de la catedral de Chartres, uno no se pierde. Tampoco se trata de hallar el atajo más corto, sino de lograr el recorrido más prolongado. El laberinto tiene una estructura cruciforme, invita a una meditación sobre Cristo, centro del universo. La rosa central, la mariana rosa mística, tiene una gran complejidad simbólica también. Hay abundante información sobre el Laberinto de Chartres en https://www.cathedrale-chartres.org/en/cathedrale/monument/the-labyrinth/.
Los laberintos siguen siendo muy atractivos para la gente. Permiten un paseo atento, meditativo, ralentiza el presente, pone en movimiento de otro modo, moviliza la dimensión de camino que tiene nuestra vida. La espiritualidad actual ha redescubierto la figura del laberinto como propuesta en las iglesias y los ha instalado en numerosas iglesias. La barcelonesa Basílica de la Sagrada Familia cuenta con uno. En Norteamérica hay gran pasión por los laberintos. Por ejemplo, en Otawa, Canadá, numerosas iglesias los han creado como nuevos itinerarios para orar.
La Iglesia Anglicana de San Lucas o la Catedral han hecho sus laberintos bidimensionales en el pavimento. Los dientes de la circunferencia exterior del laberinto de San Lucas –original de Chartres– ha sido punteado con luz y el centro/rosa del laberinto se habilita como lugar donde estar y orar varias personas. Un artículo e imagen de Kiera Kowalski en un artículo que escribió para la Universidad de Carleton –https://capitalcurrent.ca/archive/centretownnews/2017/12/23/labyrinth-trend-has-parishioners-on-new-path-to-prayer/– muestra dos sillas y cuatro cojines alrededor de una vela en la rosa central del laberinto de San Lucas.
Iglesia luterana en Oregon
La Iglesia Luterana de San Marcos en Salem, Oregon, ha hecho un diseño similar, pero dedicándole una capilla exclusiva. Como se puede consultar en la web oficial de la parroquia –https://stmarksalem.org/about/labyrinth/–, no se ha creado con el material del pavimento ni se ha pintado, sino que el laberinto se ha creado con una lona. El mismo recurso usan en la Primera Iglesia Unida Metodista de Austin: https://fumcaustin.org/labyrinth/. Un artículo del Star Tribune, de Minnesota, explica este recurso que se puede desinstalar y es transportable: https://www.startribune.com/the-twin-cities-a-hot-spot-for-labyrinths-ships-portable-paths-around-the-u-s/600179648/
Otra posibilidad es crear un laberinto en tres dimensiones, como los que crea el artista italiano Michelangelo Pistoletto con cartón, un ejemplo de su Arte Pobre. El Laberinto es una obra que realizó en 1969 y que ha sido expuesta en numerosos lugares. Se adapta al espacio que haya disponible en cualquier forma. La obra original usaba dos mil metros de cartón corrugado formando un laberinto que llegaba hasta el pecho de los paseantes y formaba un itinerario sinuoso con un pozo representado en su centro.
En el blog Marine Arte se pueden ver fotografías que muestran bien la experiencia: https://marinearte.blogspot.com/2015/11/michelangelo-pistoletto-formas-en-el.html. La ventaja de una construcción tridimensional de un laberinto es que es más inmersiva, solventa la sensación de simulación de los laberintos bidimensionales, genera una experiencia más envolvente. El Laberinto de Pistoletto tiene la ventaja de ser desmontable y tener materiales blandos que permiten la maleabilidad. Hay otros laberintos creados con materiales rígidos y fijos.
Los laberintos siguen atrayendo el interés de la gente y actualmente se dispone de recursos para crearlos de un modo asequible, transformando cualquier espacio en un lugar de meditación y reflexión.
*Créditos: La imagen del laberinto de Chartres pertenece a la web oficial de la catedral. La imagen del laberinto de la Iglesia Anglicana de San Lucas en Otawa pertenece a e imagen de Kiera Kowalski en un artículo que escribió para la Universidad de Carleton —https://capitalcurrent.ca/archive/centretownnews/2017/12/23/labyrinth-trend-has-parishioners-on-new-path-to-prayer/. El laberinto de la Iglesia Luterana de San Marcos en Salem, Oregon, pertenece a la web oficial de la parroquia. La fotografía del Laberinto de Pistoletto pertenece a Marinearte: https://marinearte.blogspot.com/2015/11/michelangelo-pistoletto-formas-en-el.html. Todas las imágenes son usadas sin ánimo de lucro y con fines educativos y culturales.