Jose Fernando Juan
Profesor del Colegio Amorós

Hemos celebrado la Pascua. ¿Ahora qué?


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Miles de jóvenes, acompañados por instituciones, congregaciones, diócesis han celebrado la Pascua estos días. Lo han compartido en todas sus redes sociales, como hacen habitualmente con sus experiencias importantes. Ninguno lo olvidará, aunque para unos pocos quede meramente como recuerdo juvenil. La siembra, en lenguaje evangélico, ha sido abundante y generosa. Aunque cada uno en su pequeño grupo no vea el conjunto.

La experiencia pastoral de muchos catequistas y educadores estos días ha sido de entrega y desgaste. Han vivido pensando en otros, al tiempo que encontraban, quizá, pequeños momentos para su proceso. Es difícil conjugar ambas cosas. El sacrificio pastoral que se hace en la preparación y durante el triduo, ¿en qué queda después?

Pasa con estas Pascuas lo que pasa con la Confirmación y otras experiencias puntuales. Que se viven aisladas. En ocasiones sin previos ni preparación, en la mayoría sin brindar nada después. Pero la Iglesia no lo ha vivido así nunca. Si lo que viene antes de la Pascua duraba cuarenta días, lo de después nada menos que cincuenta. ¿La Pascua “prepara” y se prolonga hasta Pentecostés?

gente en una vigilia pascual en una parroquia de Iowa en Estados Unidos

Aprovechemos las redes para compartir testimonios de lo vivido, que mantengan la llama prendida en el corazón. Aprovechemos las fotos que publicarán, para continuar haciendo camino. Cuidemos la relación creada, invitemos a algo más, a algo más cotidiano, abramos espacios de mayor diálogo personal. Celebremos juntos al final Pentecostés, en línea con lo ya vivido.

El Sínodo, mucho más que papel, aunque con el riesgo de quedar en ello, nos propone abiertamente y en profundidad fijarnos en tres momentos de Emaús: cuando caminaba con ellos, sin saberlo; cuando se les abrieron los ojos, en el momento y con lo que significa ver el mundo de otro modo; cuando se pusieron en camino, volviendo “allí” de donde estuvieron.

Preguntas esenciales a todo el que haya acompañado estos días a otros: ¿Los vas a dejar así? ¿Todo queda en lo vivido estos tres días? ¿Qué vas a hacer a partir de ahora? ¿Has sido transformado de verdad en alguien que acompaña, o te vas a quedar también en esta pequeña experiencia sin desplegar del todo tu llamada?