Becciu da gracias por el año que termina en su diócesis de origen

El cardenal condenado por fraude financiero presidió en la catedral sarda de Ozieri la misa de acción de gracias y el Te Deum del 31 de diciembre

No era ningún secreto que el cardenal Giovanni Angelo Becciu, tras conocer la sentencia que le condena a cinco años y medio de cárcel por un caso de fraude financiero, se fue a pasar las fiestas navideñas con sus familiares en Cerdeña. De hecho, el purpurado presidió la misa de Navidad en su pueblo, Pattada. El 25 de diciembre quiso dar las gracias a sus paisanos que no han creído en las acusaciones ni en los motivos para su condena.



La diócesis de Cerdeña

En la tarde del 31 de diciembre ha presidido una misa de acción de gracias que ha incluido un Te Deum por el año que concluye en la Catedral de la Virgen Inmaculada de Ozieri, templo de que Becciu es canónigo honorario. En la celebración estuvo acompañado por el obispo de Ozieri, Corrado Melis; el obispo emérito de Ales-Terralba, Giovanni Dettori, originario como Becciu de la diócesis sarda; el rector del seminario y los párrocos de la ciudad de Ozieri.

Esta diócesis aparece en las investigaciones del juicio sobre los fondos de la Secretaría de Estado. En concreto, Becciu como Sustituto de la Secretaría de Estado. pide hacer un ingreso de 100.000 euros a la cooperativa de fabricación de cerveza en su Cerdeña natal apelando a la pobreza de la zona o los trabajadores que dependen de ella, pero sin mencionar que era de su hermano –acabarían siendo 225.000 euros en total los “fondos distraídos” a este fin; más 600.000 euros de la Conferencia Episcopal Italiana con la complicidad de la diócesis de Ozieri–. Este trámite se hará a través de la Cáritas local para así justificarlo como un gasto del Óbolo como parte de la caridad del Papa.

Frente a la injusticia

La web Korazym.org ha reproducido la homilía de fin de año en la que agradece expresamente al obispo la invitación a presidir la celebración litúrgica. En su reflexión contrapone el silencio y la oración de los creyentes en Nochevieja a los “juerguistas”. Para Becciu “recordar el pasado significa hacer balance ante Dios de nuestra vida personal, sin cerrar los ojos a los problemas que acosan a la sociedad en la que vivimos, tanto local como universalmente”. Entre los posibles problemas del año cita “sufrimientos como la enfermedad, la muerte de un ser querido o el sufrimiento de la injusticia permanecen y marcan nuestras almas” que hacen caer en el pesimismo.

“¿Cómo alabar a Dios cuando en los dramas personales su silencio es desalentador? ¿Cómo mirar a Dios y darle gracias, cuando vemos que prevalece la maldad humana, cuando los buenos, los inocentes parecen sucumbir ante el abuso, la maldad de los demás?”, se preguntó. A lo que responde señalando que “el nacimiento de Jesús es la promesa de que el mal no tendrá la última palabra. El nacimiento de Jesús es la promesa de que la paz y la justicia prevalecerán”. También en la Iglesia, comentó, que “se resquebraja por las noticias negativas que rebotan con facilidad en los medios de comunicación y en las redes sociales, siempre dispuestas a poner de relieve escándalos reales o supuestos”. Para él, “la historia de la Iglesia está salpicada de pruebas mucho mayores que las actuales, de persecuciones sin precedentes, incluso de divisiones dentro de la Iglesia”.

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