Decíamos ayer (28 de febrero de 1970)

Seguir, seguir

“¿Es posible en la Iglesia obedecer y seguir, aceptar y mantener una postura crítica, mantener la fidelidad sin traicionar a la conciencia? Nosotros creemos que sí. Y lo creemos no sólo a la luz de la teología y la espiritualidad, sino, sobre todo, a la luz de la experiencia. Toda la historia contemporánea de la Iglesia es una demostración. Los grandes profetas de hoy son quienes tuvieron ese coraje de seguir por encima de todo, seguir a pesar de todo, pero seguir obedientemente”. “Seguir, seguir; puede que esta sea la gran consigna del presente”.

En el nº 2.650 de Vida Nueva.

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