Vicente Hernández: “Soy un cura anclado en el mundo”

Sacerdote de 80 años (Almaraz, Cáceres)

(M. Á. Malavia) Muchos aún le recuerdan de sus tiempos al frente del Apostolado de la Carretera… Fue entre 1973 y 1989. Nuestra labor era ante todo de formación y acompañamiento, dirigiéndonos a aquéllos cuya profesión discurre en la carretera.

A sus 80 años, usted está lleno de vitalidad y recuerdos. Acaba de publicar un libro de memorias: ‘Una vida a corazón abierto. Érase una vez… un cura’. He hecho de todo, pero, antes que nada, soy sacerdote. Y de ahí deriva todo lo demás, por mi compromiso con Cristo. Soy un cura anclado en el mundo, estando con la gente. Antes era más conservador, más tridentino. Pero cambié tras el Concilio. Llevaba sotana, hasta que un día los chiquillos de catequesis me dijeron que por qué no llevaba pantalones. Y así fue; inmediatamente, fui a mi casa y me puse el ‘clerigman’ (risas). Eso sí, lo que siempre llevo es la cruz.

Del libro, me quedo con esta frase suya: “Si soy sacerdote es por una locura de amor que Jesús ha tenido conmigo”. Mi vida fue complicada. De joven, conocí el hambre y las penurias. En esos momentos, jamás hubiera imaginado lo que sería. Pero con su ayuda, Él hizo que fuera cura.

En el nº 2.633 de Vida Nueva.

Compartir