La amistad en el corazón de la fe

José María Rodríguez Olaizola(José Mª Rodríguez Olaizola– Sociólogo jesuita)

A mí me gusta pensar en la amistad como algo bastante especial. Vas descubriendo en ti mismo el deseo de que a los otros les vaya muy bien. Te alegras con sus fiestas, y sus lágrimas son también tuyas. Cada vez que hay encuentro, sabes que estás con tu gente.

¿Qué sería de la vida sin amigos? Gentes que van llenando tu historia de memorias y proyectos, creando vínculos, estableciendo lazos firmes, abriéndote puertas y recordándote que con ellos estás seguro. Hay en la vida algunas relaciones que son emblemáticas: ser padre o madre, ser hijo, ser esposo o esposa. Ser amigo es una de esas relaciones privilegiadas y universales que nos hablan de lo verdaderamente importante.

¡Ojo! Hay quien da carta de amistad muy alegremente. Y dice que tiene miles de amigos. Supongo que cada quien vive las cosas de manera diferente. A mí me gusta pensar en la amistad como algo bastante especial. Hay relaciones que, en algún momento, dan el paso que va desde la camaradería o la cordialidad a la amistad auténtica, profunda. Vas aprendiendo a conocer a los otros. Reconoces nombres, sueños, recuerdos que forman parte de sus vidas. Vas descubriendo en ti mismo el deseo de que a los otros les vaya muy bien. Te alegras con sus fiestas, y sus lágrimas son también tuyas. Sabes que con ellos estás en casa, que te conocen y te quieren tal y como eres, y por tu parte disfrutas con sus capacidades y ríes con sus manías. Les echas de menos cuando no están. Puedes tenerlos cerca o lejos, hablar con frecuencia o más bien cada mucho tiempo, pero cada vez que hay encuentro, sabes que estás con tu gente.

Creo que la amistad es una relación muy evangélica. Jesús tenía amigos muy queridos: Marta, María, Lázaro, Juan, Pedro, Magdalena. Y con cada uno de ellos construyó una historia fecunda, tejida de verdad y ternura, de palabra y gesto, de enseñanza y aprendizaje.

Pues ojalá siga habiendo hoy historias de amistad profunda, historias hermosas y eternas, trenzando, desde el amor, la entraña de la vida.

jmolaizola@vidanueva.es

En el nº 2.671 de Vida Nueva.

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