ARGENTINA – Complejo, pero posible: reactivar el empleo y reducir la pobreza

La Observatorio de la Deuda Social de la UCA presentó el informe del Barómetro de la Deuda Social Argentina. Serie del Bicentenario (2010-2016).


Tiempo de balance: deudas sociales pendientes al final del Bicentenario. Necesidad de atender las demandas del desarrollo humano con mayor equidad e inclusión social es el título del informe Barómetro de la Deuda Social Argentina. Serie del Bicentenario (2010-2016). Año VI, elaborado por el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA). El mismo se presentó el 11 de agosto, con palabras del arzobispo rector de la UCA, Víctor Manuel Fernández, y el director de investigación del programa Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA, el sociólogo Agustín Salvia.

Entre las cifras más significativas que arrojó el informe, el prestigioso sociólogo destacó que en el primer trimestre de este año son 400 mil personas las que cayeron en la indigencia y que el número de nuevos pobres ascendió a casi un millón y medio. En la presentación del documento, se sostuvo que la situación actual “es particularmente difícil pero superable, como lo han sido otras crisis”, y que el desafío “no solo es crecer, reactivar el empleo y reducir la pobreza sino, fundamentalmente, introducir al país en una senda de desarrollo socioeconómico y ambiental sustentable”.

Para eso, del informe se desprende la necesidad de “recuperar las estadísticas públicas y poner a las investigaciones académicas al servicio del diagnóstico, el diseño de mejores políticas públicas y la necesidad de que dichas políticas sean sometidas a monitoreo y evaluación permanente”, aseguró Salvia.
Asimismo, el informe indica que “las prestaciones de la seguridad social y los programas de transferencia de ingresos son imprescindibles para no profundizar la brecha de pobreza de sectores vulnerables de la población, pero no permiten resolver las desigualdades estructurales”. Y reconoce que para crear una genuina disminución de la pobreza se deben dar algunas variables en conjunto: “la caída de la inflación, la recuperación del crecimiento, la mejora del escenario laboral y el incremento de la inversión social equitativamente distribuida”.

Necesidad de progreso y desarrollo
Mas allá de la presentación formal del informe, fueron muy interesantes los comentarios de los académicos que formaron parte del panel. En primer lugar tuvo la palabra la experta en desarrollo social, educación y pobreza María del Carmen Feijóo. Para esta investigadora en temas sociales, los políticos argentinos “no pueden olvidar los errores cometidos en materia socioeconómica”. Y profundizó sobre una cuestión académica, pero desde una visión más humana: “La preocupación siempre es por las cifras. Sin embargo, la verdadera preocupación debería ser cómo resolver la pobreza, porque las cifras no dejan de ser estadísticas que, según la práctica metodológica, son una aproximación a una realidad, por ende, tienen un margen de error”.

Luego fue el turno de Daniel Arroyo, uno de los especialistas más destacados de la Argentina en acción social. Para este licenciado en Ciencia Política el problema del narcotráfico no afecta solamente a los adictos, sino también al que trabaja y no consume: “¿Qué ejemplo tiene el joven que trabaja 12 horas por día, que por la noche vuelve del trabajo y camino a su casa ve a el narcotraficante de su barrio que gana mucho más que él, con muchísimo menos tiempo de trabajo?”. Esta es una de las razones por la cual considera que “hay que cortar con el narcotráfico”.

Pero su reflexión va más allá. Si bien considera que es necesaria una mayor presencia del Estado para que haya verdadero empleo y para contrarrestar el avance de las redes del narcotráfico, considera que hay que lograr “que se conviertan en políticas de Estados” tres cuestiones puntuales: “la terminalidad de la escuela por parte de todos los chicos, la prohibición de la venta de drogas en los barrios y la eliminación de los créditos usureros, tanto los que entregan las entidades bancarias como los que dan otros comercios que financian sus productos con muy pocos requisitos”.

En último lugar tuvo la palabra el abogado y politólogo José Nun, quien en una exposición breve, pero sumamente profunda, disparó que “el problema de la pobreza radica en cómo se planteó en la Argentina el tema: en la pobreza, el problema no son los pobres, el problema son los ricos”. Y aseguró que entre desigualdad social y desarrollo económico “la relación es inversa”, y que si realmente se quiere mejorar la vida de los pobres, “se necesita una urgente reforma impositiva”.

Además, para este investigador octogenario, otra reforma urgente que deben pensar los gobernantes es en la educación: “se necesita mejorar la condiciones de trabajo de los educadores, la formación de los docentes; también se deben construir más y mejores escuelas, sino la educación en Argentina va a seguir bajando de nivel, hipotecando el capital cultural y social de millones de niños”.

NICOLÁS MIRABET. BUENOS AIRES

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