El hoy de la vida religiosa

Jornada de reflexión con la participación de los claretianos José Cristo Rey García Paredes y Luis Alberto Gonzalo Díez

A pesar de la intensa lluvia que azotaba a la capital, al mediodía de aquel miércoles 2 de marzo, las calles que rodean los predios del Colegio Champagnat se vieron extrañamente colmadas de paraguas que no correspondían necesariamente, ni los padres de familia ni a los responsables de las rutas escolares que a esa hora escampaban mientras aguardaban la salida de los estudiantes.

Se trataba, en cambio, de varias decenas de religiosas y religiosos que acudían a la invitación que días antes habían recibido de la Conferencia de Religiosos de Colombia (CRC) para celebrar la Jornada de la vida religiosa, que en esta oportunidad se propuso bajo el sugestivo tema de: “El hoy de la vida religiosa”.
A la entrada del auditorio se encontraba el equipo humano de la CRC acogiendo y orientando a los participantes que se apresuraban a buscar un lugar para escuchar a los dos conferencistas invitados: José Cristo Rey García Paredes, Director del Instituto Teológico de Vida Religiosa de Madrid, y Luis Alberto Gonzalo Díez, Director de la Revista Vida Religiosa, también de Madrid. Ambos españoles, teólogos, sacerdotes claretianos y compañeros de comunidad; habían sido convidados a compartir con la vida religiosa colombiana, su experiencia y su saber sobre dos grandes cuestiones: “La misión de la vida religiosa para tiempos nuevos” y “La comunidad religiosa del siglo XXI”.
Hacia las 2 p.m. el Padre José María Florez, Presidente de la CRC, tomó la palabra para dar la bienvenida a los participantes y presentar el sentido de esta Jornada: “La Junta Directiva de la CRC desea potenciar la comunión inter-congregacional de la vida religiosa, a través de estos eventos de formación que también posibilitan el encuentro y el conocimiento entre las diferentes familias religiosas. Así mismo, queremos reavivar la esperanza y el sentido de la vida religiosa en tiempos difíciles, como discípula y misionera de Jesucristo, en el compromiso al servicio de los más necesitados desde donde la vida clama. Hoy las religiosas y los religiosos estamos llamadas y llamados a renovarnos desde la mística, para asumir con valentía profética los desafíos que la realidad de nuestro país nos presenta”.

Misión y vida religiosa

Enseguida los conferencistas, reconocidos peritos en el ámbito de la teología de la vida religiosa, dieron inicio a sus ponencias.
José C. R. García desarrolló su disertación bajo el título: “Pasión por la Misión para tiempos nuevos”. Propuso un esquema tríptico a partir de las siguientes consideraciones: (1) Una nueva conciencia de misión, que viene dada por los cambios que se están dando en los lenguaje, los proyectos y los métodos de la evangelización. (2) La pregunta por la pasión evangelizadora, considerando el paso que se ha dado del ideario misionero por la “salvación de las almas” hacia el aparente “relajamiento” en el celo por la misión que se observa actualmente. (3) Finalmente, se insinuó la necesidad de asumir la pasión misionera en nuevas claves, que pasan por la gracia y la mística.
Estos elementos dieron de qué hablar durante el breve receso que, a su vez, fue una oportunidad propicia para la integración entre viejos y nuevos conocidos. ¡Se respiraba un fecundo aire de inter-congregacionalidad!

¿Espectador o protagonista?

Minutos después, continuó la jornada con la segunda conferencia. En esta oportunidad, Luis A. Gonzalo Díez presentó el tema: “La vida en comunión bajo dos claves: espectador o protagonista”. Si la primera ponencia se había caracterizado por ser una exposición teológica sistemática, la segunda desarrolló con rigor varios aspectos que emergen del diario vivir en comunidad, tomando algunos casos concretos: un tiempo con otras fronteras, síntomas y otras expectativas de comunidad, modos de estar y no ser “solo-yo”, liderazgo en la comunidad religiosa, ¿en qué consiste la animación de una comunidad?, visualización del ideal comunitario desde la persona… Finalmente, se plantearon algunos dilemas importantes para ser discutidos en comunidad: ¿somos espectadores o protagonistas?, ¿gestores o profetas?
El auditorio aplaudió la calidad con que los conferencistas abordaron los dos temas. Ante las provocaciones que arrojaron con sus presentaciones, se compartieron preguntas, puntos de vista e inquietudes, a manera de coloquio. El diálogo se extendió hasta las cinco de la tarde. Quedó abierta la inquietud por sobre la misión y la comunidad que corresponden al hoy de la vida religiosa.
¿Cuál fue el balance general de la jornada? El Padre José María manifestó que: “Dentro de la improvisación positiva, en el sentido de que fue un evento que no se programó con mucho tiempo, sumado a que fue una actividad desarrollada entre semana, la respuesta de la vida religiosa fue muy positiva. Esto demuestra también el interés que hay en las comunidades de querer buscar caminos y claridades para continuar en la tarea a la que hemos sido llamados como religiosos y misioneros al servicio del Reino”. Por su parte, Héctor Lizarazo, actual Secretario Adjunto de la CRC, comentó que “esta jornada se pensó como un espacio abierto a toda la vida religiosa en Colombia, especialmente a las comunidades que se encuentran en Bogotá, en Pereira, en Cali y en Medellín, que son los lugares donde se van a replicar estas conferencias en los próximos días”.
Al final de la tarde, las calles de Teusaquillo de nuevo se vieron inundadas de paraguas. Una hermana comentaba en voz alta: “sigue lloviendo, señal de que esta jornada dará frutos”. VNC
TEXTO: ÓSCAR ELIZALDE
FOTOS: ARCHIVO CRC

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