Los obispos de Francia muestran su “tristeza” antes de que el derecho al aborto se incluya en su Constitución

Tras aprobarlo ayer el Senado, el 4 de marzo lo ratificará el Congreso y, el día 8, Emmanuel Macron firmará la reforma de la Carta Magna

Francia se va a convertir en el primer país del mundo que incluye el derecho al aborto en su Constitución. Aunque esta práctica se despenalizó en el país vecino ya en 1975 (a iniciativa de Simone Veil, superviviente del Holocausto nazi), este paso, cargado de simbolismo, sería inédito, no habiendo ninguna otra nación que cuente con ello.



Y es que, tras aprobarse ayer, 28 de febrero, en el Senado (con 267 votos a favor y 50 en contra), se da por descontado que la ratificación definitiva llegará el 4 de marzo en su paso por el Congreso. Todo para que el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, sea firmada oficialmente la revisión de la Carta Magna por el presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron. Un proceso que ha avanzado con rapidez, pues la iniciativa se puso en marcha el 30 de enero, siendo la Asamblea Nacional la primera institución política en respaldar el derecho al aborto.

Mujeres en dificultades

La Conferencia de Obispos de Francia (CEF) ha publicado un comunicado en el que recibe este paso con “tristeza”. “Pensando en quienes se plantean recurrir al aborto, en particular las mujeres en dificultades”, la Iglesia gala reitera que este “sigue siendo un ataque a la vida desde el principio”, por lo que “no puede ser visto únicamente desde el punto de vista de los derechos de las mujeres”.

Además, los obispos franceses rechazan que, en todo este proceso de reforma de la Constitución, “no se mencionen medidas de apoyo para quienes quisieran quedarse con su hijo”. Hasta el punto de que, “a medida que salen a la luz las numerosas formas de violencia contra las mujeres y los niños, habría sido un honor para la Constitución de nuestro país incluir en su centro la protección de las mujeres y los niños”.

Libertad de conciencia

Finalmente, la Conferencia Episcopal reclama que “se respete la libertad de elección de los padres que decidan, incluso en situaciones difíciles, quedarse con su hijo”. Lo mismo que “la libertad de conciencia de los médicos y de todo el personal sanitario”, cuyo “coraje y dedicación” aplauden.

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