Los miembros de la Comisión Episcopal de Cáritas enviaron un mensaje ante el acuerdo firmado con el Estado por la renovación del convenio para las meriendas. La nota está firmada por el presidente, Carlos Tissera, obispo de Quilmes, y Gustavo Carrara, auxiliar de Buenos Aires, y Roberto Álvarez, electo de Rawson.
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En primer lugar, citaron las palabras del papa Francisco en Fratelli Tutti (175), en el que resalta el principio de subsidiariedad que garantiza la participación y la acción de las comunidades y organizaciones para complementar la acción del Estado. Especifican, además, que muchas veces desarrollan admirables esfuerzos en la búsqueda del bien común y algunos de sus miembros llegan a realizar gestos heroicos.
Explicación sobre el acuerdo
Los obispos agradecieron la confianza que las gestiones en todos los niveles (nacional, provincial y municipal) han tenido con Cáritas a lo largo de tiempo, gracias al trabajo incansable de los voluntarios que la organización tiene en todo el país y la transparencia en el uso de los fondos.
Sin embargo, a partir del acuerdo de renovación de un convenio de meriendas entre Cáritas Nacional y el Estado Nacional, indicaron que “se ha malinterpretado dicho compromiso entendiéndolo como un acuerdo exclusivo entre la Iglesia y el Estado para ser los interlocutores únicos o principales validados en la ayuda a los sectores más vulnerables“.
Asimismo, expresaron que durante los últimos años y a medida iban creciendo los niveles de pobreza en la Argentina, han aprendido a trabajar con distintos movimientos, asociaciones, centros vecinales, sindicatos, etc. “Hoy nadie puede asumir la cantidad y complejidad del trabajo social de manera individual“, afirmaron. Inmediatamente, insistieron en integrar a todos aquellos que atienden a los más pobres, con gran sensibilidad, para que con la ayuda necesaria puedan continuar ad de este servicio.
Llegar a los más pobres
Los miembros de esta Comisión Episcopal entienden necesario garantizar que los fondos adjudicados lleguen a los más pobres, como objetivo principal. “Ciertamente todos podemos crecer en transparencia, y un instrumento preciso son las auditorías”, aseguraron.
Finalmente, manifestaron que en este país cuya pobreza sigue creciendo “y que no admite miradas sesgadas, prejuicios ideológicos y peleas sectoriales”, son testigos de la angustia que viven hermanos que no saben cómo alimentarán mañana a sus hijos. Creen que no es difícil sortear dificultades y desacuerdos y volver a poner en el centro a las personas y familias que viven en la pobreza o la indigencia, especialmente los niños y los ancianos.
El convenio
“Estamos muy felices de haber firmado la renovación del convenio de meriendas que desde hace mucho tiempo tenemos con el Estado nacional. Seguiremos trabajando junto a los que sufren la crisis alimentaria en el marco de la grave situación social que se vive”, expresó el director nacional de Cáritas, Luciano Ojea Quintana.
Desde el Ministerio de Capital Humano ratificaron la voluntad de seguir impulsando acciones que permitan abordar las problemáticas vinculadas a la desnutrición y la alimentación deficiente”. Además, reconocieron el trabajo de la organización caritativa de la Iglesia que tiene entre sus objetivos la gestión y planificación de una alimentación organizada, responsable y estratégica para promover hábitos de una nutrición equilibrada.
