Rodríguez Carballo ya es arzobispo coadjutor de Mérida-Badajoz: “Sueño con una Iglesia alargada a derecha e izquierda”

El prelado franciscano toma posesión en una eucaristía en la catedral de San Juan Bautista, en la que se comprometió a “salir al encuentro de las ovejas dispersas”

El franciscano José Rodríguez Carballo es desde este mediodía el nuevo arzobispo coadjutor de Mérida-Badajoz. La toma de posesión del religioso al frente de la archidiócesis extremeña ha tenido lugar en la catedral de San Juan Bautista, una eucaristía presidida por el  arzobispo Celso Morga. Junto a ellos, han concelebrado cinco cardenales, diez arzobispos y veinte obispos, además del nuncio Bernardito Auza.



También se ha visto en el templo una representación más que significativa de la familia franciscana y del Dicasterio para la Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica. No en vano, Rodríguez Carballo ha sido secretario hasta su regreso a España. A ellos se sumaron la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, y el vicepresidente del Senado y expresidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, entre otras autoridades civiles y militares.

Un hermano más

“Acojo esta nueva misión no sin temor, pero con confianza en aquel en quien, como reza mi lema episcopal, he puesto mi confianza”, planteó Rodríguez Carballo en su alocución al final de la misa, recordando ese ‘Sé de quien me he fiado’ que tiene como eje en su ministerio. “yo me presento ante vosotros como vuestro hermano, con mi pobreza y a la vez con todo lo que el Señor me ha regalado en la vida”, añadió el franciscano, que imploró a Dios para que le conceda “un corazón dócil a su voluntad, un corazón firme”.

El consagrado confesó que “apenas acabo de llegar y ya me siento en casa”. Aunque confesó que es portador de la “saudade” y la “morriña” de su tierra gallega, “ya puedo decir que me siento extremeño y que mi compromiso desde ahora mismo será conoceros más y mejor para amaros más y mejor, acogeros en mi casa, en mi corazón, para sentirme cada vez más a gusto entre vosotros”.

Gastarme y desgastarme

En su mensaje a la diócesis echó mano de la encíclica ‘Fratelli tutti’ de Francisco para llamar a sus nuevos vecinos “a soñar juntos, caminar juntos, elaborar proyectos juntos, trabajar juntos”. “Como pastor tengo bien claro que mi misión es la de salir al encuentro de las ovejas dispersas”, expresó el coadjutor para, “si fuera necesario, vendar a las heridas, y curar a las enfermas con el aceite de la bondad y de la misericordia”. “Tengo claro que como pastor estoy llamado a gastarme y desgastarme, a tiempo y a destiempo”, apostilló justo después.

En este empeño. Rodríguez Carballo instó a los presentes a que “caminemos juntos y juntos entremos en la carne de los más desfavorecidos: los pobres, los hambrientos, los sedientos, los forasteros, los desnudos, los enfermos, los privados de libertad”.

Preguntas y desafíos

Así, no dudó en compartir cuáles son sus deseos para Mérida-Badajoz: “Sueño con una Iglesia diocesana misionera hacia el mundo de las periferias, una ‘Iglesia en salida’, cuyo ‘claustro’ sea el mundo; una Iglesia que sepa escuchar las preguntas y los desafíos que nos llegan del hombre y de la mujer de hoy y que proponga, sin miedo ni arrogancia, a Jesús como ‘camino, verdad y vida’”. A la par, expresó que “sueño con una Iglesia propositiva, que no se refugie en una pastoral de nostalgia, del ‘siempre se hizo así’, antes bien, que se abra a una pastoral nueva en su ardor, nueva en sus métodos y nueva en sus expresiones”.

Con un guiño a la clase política también dijo que sueña con “una Iglesia tienda, una tienda alargada a derecha e izquierda; una Iglesia familia, centrada en Cristo y descentrado por su cercanía a todos; una Iglesia inclusiva, de puertas abiertas, brazos extendidos y ojos deseosos de encuentro y de ternura, de modo que nadie se quede fuera”. A la par, apostó por una Iglesia diocesana “cuyo nombre sea sínodo en la que todos nos sepamos escuchar para poder escuchar al Espíritu” y que además sea “rica de espiritualidad” y “samaritana”.

Atención constante

Estas palabras de Rodríguez Carballo correspondieron con las reflexiones expuestas en la homilía por el arzobispo Celso Morga. “Nos pide el Señor esa atención constante del vigía para que haya verdadera concordia y amor entre todos los miembros del Pueblo de Dios: que la riqueza de la diversidad, en modos y formas de vida espiritual y de apostolado, no se opongan a la unidad de la Iglesia, ni a nivel de Iglesia universal, ni a nivel de Iglesias particulares”, expuso sobre su concepción de la misión del obispo como pastor.

Además, recordó cómo “en nuestra Iglesia de Mérida-Badajoz, intentamos vivir esa unidad como un tesoro precioso de Cristo y del Espíritu, por encima de todas nuestras diferencias; también con los cristianos de otras confesiones y con todos los hombres”.

Al nuevo arzobispo coadjutor le recibió como un hermano y le expuso la realidad de la región: “Querido José, vas a encontrar aquí muchos santos de la ‘puerta de al lado’. Encontrarás un presbiterio sencillo, sin sutiles clericalismos, cariñoso y noble, trabajador y sincero, alegre y culto, con fallos también lógicamente y con posibilidad de mejorar”.  Morga subrayó a la vez que “he vivido y experimentado también, tantas veces!, esa santidad en las comunidades religiosas de vida contemplativa y de vida activa y en la vida ordinaria de muchísimos fieles normales, que saben gastar su vida sirviendo a Dios y a la Iglesia, sin hacer ruido”.

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