Canillitas: los preferidos de Don Bosco en República Dominicana

  • Misiones Salesianas presenta el documental sobre los niños que trabajan en las calles de Santo Domingo
  • Moisés, que ha aprendido a leer y escribir gracias al proyecto salesiano, ahora sueña con ser abogado

Canillitas documental salesianos

Moisés tiene 14 años, ha aprendido a leer y escribir gracias al proyecto Canillitas con Don Bosco y quiere ser abogado. Empezó a trabajar en la calle con ocho años y, dos más tarde, entró al programa de los salesianos en Santo Domingo (República Dominicana) junto a su amigo Cristóbal. Desde entonces, se permite soñar. Por eso primero ha querido ser doctor y, ahora, aunque todavía tiene tiempo de cambiar, apuesta por la carrera de Derecho.



Este adolescente ha llegado a España de la mano de Misiones Salesianas para presentar el documental ‘Canillitas’ -así se conoce en Latinoamérica a los niños que trabajan en la calle-, de Raúl de la Fuente, que se estrena mañana en Movistar. En Madrid pasea por la calle sorprendido, porque “no tienes que tener miedo a que te quiten tus pertenencias”.

En la calle limpia zapatos, pero siempre “con miedo”. Por eso, él, Cristóbal y Edwin -que solo son tres de los 160 millones de niños que trabajan hoy en la calle en el mundo; 340.000 en República Dominicana- van juntos, “todos unidos y ninguno por su lado”. Ellos tres, junto a Aquiles, Kioranny y Abril, son los protagonistas del documental. Algunos limpian zapatos, otros venden fruta, limpian casas, cuidan bebés y lavan coches… Y todos, sumando ya 93.000 menores, son acompañados por los salesianos.

En Santo Domingo son vistos como ladrones. Un calificativo que Juan Linares, misionero salesiano que lleva 40 años en el país, niega: “Les puedo asegurar que mis niños no son delincuentes, son víctimas de una sociedad de maltrato”. Por eso, defiende que “no hay que esperar que los niños vengan, sino ir a buscarlos”.

Moisés vive en un poblado al lado del río donde muchas veces se quedan sin luz y cuyas calles son escenario de tiroteos entre bandas. “Los muchachos no podemos salir a la calle a jugar”, dice, pero no con pena, sino con resignación.

“Trabajo para ayudar a mi mamá, antes, cuando mi abuela estaba viva, lo hacía para comprar sus medicamentos, que eran muy caros”, explica Moisés. En este sentido, Karen Montás, directora de Canillitas, señala que “ellos sienten la responsabilidad de un adulto de contribuir a su casa y se olvidan de ser niños. Y esto es muy importante, porque un adulto sin infancia es un adulto con problemas”. ¿Y cuándo dejará Moisés de trabajar en la calle? “Cuando mi papá y mi mamá ganen suficiente dinero con un buen trabajo”.

Combatir el trabajo infantil

Raquel Fuente, responsable del Departamento de Cooperación de Misiones Salesianas, al presentar a los medios de comunicación el documental, ha recordado que el programa Canillitas, en pie desde hace 38 años, busca “prevenir y combatir el trabajo infantil”. Y, “mientras siga habiendo casos de trabajo infantil, es nuestra obligación seguir dando respuesta, como familia salesiana y como sociedad”, ha insistido.

Linares, por su parte, ha dado su testimonio misionero, una vocación que nació casi cuando tenía la edad de Moisés. “Siempre me han impactado las noticias de niños que pasan hambre. Esto despertó mi vocación misionera. Cuando llegué a República Dominicana fui consciente de esta pobreza y el centro juvenil fue quien impulsó el proyecto Canillitas con Don Bosco”, ha recordado.

Apoyo del Estado

En aquellos primeros años, pidieron ayuda a empresarios para hacer anuncios de televisión. La primera campaña llevaba como lema ‘Donde tu ves un niño limpiar zapatos, nosotros vemos un ingeniero’. Otra de las que no se le han olvidado era ‘Ponte en tu lugar’. Con ella consiguieron que la propia vicepresidenta del país vendiera fruta en la calle como cualquiera de estas niñas.

El impacto fue tal que desde entonces reciben una partida de los presupuestos generales del Estado. Además, Linares ha colaborado en la ley de la niñez de República Dominicana, donde es un referente en la materia. Linares, que tiene “miles de hijos sin ser padre”, recalca que “el proceso de desarrollo integral de estos menores está lleno de milagros”.

Montás ha hecho hincapié en que cuando llegó al proyecto “solo conocía historias, pero ahora sé que el cambio es posible”. Ella, como responsable de Canillitas, busca que estos niños “tengan una visión positiva de la vida”.

El éxito del programa Canillitas con Don Bosco se extendió pronto a las niñas trabajadoras en Santo Domingo con el programa Canillitas con Laura Vicuña y, en la actualidad, son 11 los centros salesianos que forman parte de la Red de Muchachos y Muchachas con Don Bosco que acogen, ayudan y acompañan a menores trabajadores.

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