A los 89 años falleció, este 26 de agosto, el cardenal Geraldo Majella Agnelo, arzobispo emérito de São Salvador en Londrina, donde residía desde 2014. En diciembre de 2022, sufrió un accidente cerebro vascular lo que deterioró su salud.
Nació en Juiz de Fora, estado de Minas Gerais, el 19 de octubre de 1933. Fue ordenado presbítero el 29 de junio de 1957. Doctor en teología con especialización en liturgia por el Pontificio Ateneo San Anselmo de Roma, fue Decano de la Facultad de Teología de São Paulo.
Ministerio episcopal
Sus inicios como obispo fueron en 1978 cuando lo designan como titular de Toledo, en el estado de Paraná. Es en 1982 cuando se convierte en arzobispo de Londrina hasta que en 1991 fue nombrado secretario de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
El 13 de enero de 1999 fue nombrado por el entonces papa Juan Pablo II arzobispo de la Arquidiócesis de São Salvador. Entre 2003 a 2007 fue presidente de la Conferencia de obispos de Brasil.
Fue hecho cardenal el 21 de febrero de 2001. Renunció por límite de edad el 12 de enero de 201. Participó en los cónclaves de 2005 y 2013 cuando fueron elegidos los papas Benedicto XVI y Francisco respectivamente.
Buen y fiel servidor
El cardenal Odilo Scherer, arzobispo de Sao Paulo, ha destacado en una nota luctuosa ha manifestado su pesar por el fallecimiento de su amigo, colega y hermano Geraldo, quien perteneció al clero de esta jurisdicción eclesial antes de ser obispo.
“Quien tuvo la oportunidad de conocer y convivir de cerca con don Geraldo conoció su amabilidad y bondad y la capacidad de crear lazos de amistad y comunión entre las personas. Por donde pasó, dejó amigos que querían muy bien”, señaló.
El cardenal Scherer recordó que “él siempre tuvo gran celo por la liturgia, por la buena formación de los sacerdotes, por el pueblo católico y por la irrestricta fidelidad al papa y a la Iglesia”.
La arquidiócesis de Sao Paulo “eleva sus oraciones y súplicas por el cardenal “pidiendo a Dios conceda el premio de la vida eterna a ese buen y fiel servidor”
Humilde servidor del Evangelio
Jaime Spengler, presidente del episcopado brasileño, también envió una carta al cardenal Sergio da Rocha, actual arzobispo de São Salvador, en la que ha mostrado su solidaridad con la feligresía y familia.
Han destacado que el purpurado tuvo “un gran amor a la Iglesia y una dedicación continua a las cosas de la Iglesia, al servicio de la fe y al testimonio de vida cristiana. Fue intérprete de la correcta reforma litúrgica deseada por el Concilio Vaticano II”.
Agradecieron su servicio como presidente de la Comisión episcopal de liturgia de 1983 a 1987, como vicepresidente del regional sur 2. Será recordado como “un humilde servidor del Evangelio”.
Foto: Vatican News
