Putin bombardea la catedral ortodoxa de Odesa ante el silencio de Kirill

“Acabamos de presenciar cómo se puede negar a Cristo con hechos y acciones”, ha sentenciado el arzobispo de la Iglesia greco-católica ucraniana, Sviatoslav Shevchuk

Catedral Odesa

Durante la madrugada del pasado 23 de julio, los misiles rusos centraron su objetivo en el centro histórico de la ciudad ucraniana de Odesa. El ataque, el más feroz tras varios días, golpeó de lleno uno de los iconos religiosos y culturales no solo de la ciudad, sino también de la propia Iglesia ortodoxa rusa: la catedral de la Transfiguración. Un misil de alta carga explosiva impactó en el techo del edificio, destruyendo el santuario interior, es decir, la parte de la iglesia en el área reservada para los sacerdotes.



Una de las primeras voces en clamar contra lo ocurrido –que ha traído consigo, además, la pérdida de vidas humanas– fue el papa Francisco durante el rezo del ángelus de ayer, domingo. Pedía, así, no olvidar la necesidad de rezar por la paz en Ucrania. “Sigamos orando por la paz, especialmente por la querida Ucrania, que sigue sufriendo muerte y destrucción, como lamentablemente también sucedió anoche en Odessa”, decía Francisco desde el Palacio Apostólico del Vaticano.

La catedral es un monumento fuertemente ligado a la historia de Odesa. Y es que, después de la Revolución Rusa fue totalmente demolido. Sin embargo, con la independencia de Ucrania, fue reconstruida entre 1999 y 2003, y reconsagrada en 2010 por el patriarca Kirill, quien sigue en silencio tras lo ocurrido. Sin embargo, el hecho de que el jefe de la Iglesia ortodoxa rusa haya apoyado públicamente la guerra desde su inicio es un detalle que las distintas confesiones en Ucrania no han podido pasar por alto después de lo sucedido, ya que la catedral todavía depende totalmente del Patriarcado de Moscú.

Cohete “bendecido”

Tal como recoge Kyiv Post, el vicario de la diócesis de Odesa, el arzobispo Victor Artsyzki, señalaba en su canal de Telegram directamente a Kirill: “Más de una vez, en tus sermones, hablas de la unidad de la ‘Santa Rusia’, que estás destruyendo por completo con tus bendiciones y obras”.

“También les pido que presten atención a lo que, precisamente con su bendición personal, está haciendo hoy el ejército de la Federación Rusa: librar una guerra abierta en el territorio soberano del Estado ucraniano. En mi opinión, ha olvidado que, al igual que en Rusia, en Ucrania están sus hijos, a quienes considera tales, y bendijo a quienes los están matando hoy”, añadía el arzobispo Artsyzky.

“El cohete de la Federación Rusa ‘bendecido’ por usted voló directamente al altar de la iglesia en la fiesta de los santos, y me di cuenta de que no ha habido nada en común con su comprensión en la Iglesia Ortodoxa Ucraniana durante mucho tiempo. ¡Debido a sus ambiciones personales, ha perdido la Iglesia Ortodoxa Ucraniana y otras iglesias en los países de la ‘Santa Rusia’! ¡Por la muerte y el asesinato!”, concluye en su mensaje

Por su parte, durante un encuentro con jóvenes en Lviv con motivo del 90 aniversario de la fundación del movimiento Juventud Ucraniana por Cristo, el arzobispo de la Iglesia greco-católica de Ucrania, Sviatoslav Shevchuk, afirmaba que “tenemos que darnos cuenta de que acabamos de presenciar cómo se puede negar a Cristo con hechos y acciones”.

En este contexto, Shevchuk hacía un llamado a la compasión, en particular por los fieles de la Catedral de la Transfiguración. “Creo que las personas que solían asistir a esa catedral para rezar están llorando hoy. Y tenemos que compadecernos de ellos. Porque hoy un misil ruso golpeó no solo el santuario de su iglesia. Les golpeó en el corazón. Basta pensar: ¡tener un patriarca que primero consagró la iglesia y luego bendijo el misil que destruyó el santuario! Quiero decir, es una catástrofe, y realmente podemos simpatizar con esas personas desde el fondo de nuestros corazones”.

“No sé si el criminal ruso que presionó el botón se dio cuenta de que este misil impactaría en la Catedral de la Transfiguración, no en el puerto de Odesa”, continuaba. “Las acciones de estos criminales no siguen la lógica de Dios, sino la del diablo. Sin embargo, supongo que este es un evento trascendental que nos ha afectado a todos”, dijo Shevchuk.

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