Laura de Isla: “El Simposio Internacional de Catequesis en Argentina será una oportunidad para intercambiar miradas y entretejerlas”

  • Se espera generar y facilitar espacios para “pensar la formación”
  • Las jornadas no serán solo para escuchar exposiciones, sino que realizarán un ejercicio de sinodalidad

Del 19 al 21 de julio, el Instituto Superior de Catequesis (ISCA) realizará en la localidad de San Antonio de Arredondo (Córdoba) el II Simposio Internacional de Catequesis, para el encuentro, la reflexión y el intercambio entre catequistas, catequetas y teólogos de todo el país y del exterior.



Dialogamos con Laura de Isla, miembro del Consejo directivo del ISCA y de enorme trayectoria en la formación de formadores quien nos anticipó cómo pensaron estas jornadas, sus temas, fundamentos y acciones que dinamizarán el Simposio, para ofrecer un servicio a toda la Iglesia local.

Pensar juntos

PREGUNTA.- ¿Cuál es el lema de este nuevo Simposio de Catequesis y por qué fue elegido?

RESPUESTA.- La institución del Ministerio laical del Catequista (MLC) ha sido un regalo para toda la Iglesia. Un nuevo desafío se nos presenta: discernir quiénes serán instituidos y, fundamentalmente, cómo debe pensarse el itinerario de formación de esos MLC. (Ministros Laicos Catequistas).

El ISCA, como responsable de la formación superior de los catequistas en la Iglesia de Argentina, abre este espacio del 2º Simposio Internacional de Catequética para pensar juntos, con un estilo sinodal, la “formación de formadores” de los futuros MLC, servidores de la Palabra y de sus hermanos. Esto se ha pensado en continuidad con el 1º Simposio Internacional de Catequética de 2017 en el cual reflexionamos sobre el Magisterio del papa Francisco y cómo interpela a nuestra catequesis.

Este enorme regalo que el Papa ha dado a los catequistas, reconociendo su valiosa tarea en la Iglesia, nos invita a detener la marcha y pensar juntos nuevos caminos de acompañamiento, discernimiento y formación para los futuros MLC. Por eso el tema elegido y también el lema que pone el acento en el servicio, siendo fieles a la etimología de la palabra ministro que hace referencia a “ser servidor”.

Creemos que el Simposio será una oportunidad para intercambiar miradas diversas y entretejer las distintas miradas de todos los participantes.

P.- ¿Quiénes pueden participar de este Simposio?

R.- Están invitados a participar teólogos y catequetas tanto del país como del exterior, y los responsables nacionales y diocesanos de la formación de catequistas enviados por las Juntas diocesanas, quienes tendrán entre manos la enorme tarea de asumir los Criterios y orientaciones para la institución de los MLC y poder “actualizarlos vitalmente en cada comunidad eclesial y plasmarlos creativamente en cada Iglesia particular al servicio de una catequesis renovada”, así lo expresó Mons. Gabriel Mestre en el prólogo del documento emitido por la Conferencia Episcopal Argentina.

También se han inscripto muchos profesores universitarios de catequética y formadores de catequistas que pueden hacer un valioso aporte a la reflexión sobre los itinerarios de formación de los futuros MLC y su acompañamiento. Finalmente, se invita a agentes de pastoral y catequistas de las distintas comunidades que traerán la realidad concreta de lo que experimentan en el servicio a los hermanos.

El ISCA se caracteriza por el trabajo colaborativo en la línea de “entretejer miradas” diferentes porque en esa diversidad se encuentra la fecundidad de la reflexión.

Contemplar, discernir, proponer

P.- ¿Cuáles serán las temáticas centrales sobre las que profundizarán los catequistas?

R.- El año pasado, en la Asamblea Plenaria, los obispos de Argentina han aprobado un documento llamado ‘Criterios normativos e Itinerario de formación para la institución de ministros laicos catequistas en República Argentina’ que busca dar respuesta al pedido del papa Francisco en su Motu proprio ‘Antiquum Ministerium’. Este texto es el marco para la reflexión de todo el trabajo del Simposio.

Tomando esto como punto de partida nos hemos propuesto una dinámica para las tres jornadas del Simposio basada en tres acciones: contemplar – discernir – proponer.

Contemplar: Queremos mirar el camino que viene haciendo la catequesis en la Iglesia Universal, sobre todo en América Latina y fundamentalmente en Argentina, donde desarrollamos esta apasionante misión de la formación de catequistas.

Nos centraremos en una mirada fundamentalmente eclesiológica para desentrañar las razones que movieron al papa Francisco a instituir este ministerio laical. Marco eclesiológico impregnado del espíritu del Concilio y todo el Magisterio del Papa, sobre todo en el Directorio para la Catequesis de 2020 y en su Motu proprio ‘Antiquum Ministerium’.

Queremos ahondar en los desafíos que se presentan a la catequesis en este cambio de época, en un contexto socio-cultural complejo que nos muestra una prolongada crisis en la transmisión de la fe.

Finalmente, nos proponemos profundizar en la realidad de nuestra pastoral catequística argentina, en el marco de una Iglesia Universal que quiere renovarse en clave de sinodalidad.

Discernir: Siendo fieles a la primera parte del lema del Simposio ‘Servidores de la Palabra…’ nos centraremos en lo que significa caminar hacia una Iglesia marcada –como nos dice el Papa– por una ministerialidad dinámica y abierta que pone en el centro el aporte fundamental de los laicos para una catequesis renovada.

Queremos también reflexionar acerca del nuevo paradigma de la catequesis que quiere ser kerigmática y misionera, concibiéndose como un proceso de iniciación a la vida cristiana, que busca integrar todas las dimensiones de la persona, a la luz de las orientaciones del Directorio para la Catequesis de 2020.

El nuevo Directorio nos pone en el horizonte una meta para alcanzar: una formación renovada para catequistas que sepan comunicar la verdad siempre actual del Mensaje a todas las realidades. Para lo cual la formación deberá promover la búsqueda de nuevos lenguajes y maneras de proponer la fe al mundo de hoy.

Proponer: Tomando la segunda parte de nuestro lema ‘…Servidores de los hermanos’, llegará el momento de “proponer” algunos criterios para la acción a fin de que, en cada diócesis, los pastores, las juntas diocesanas y sobre todo los formadores puedan construir juntos sus equipos de discernimiento y formación, el camino de los MLC.

Sinodalidad

Buscaremos entre todos algunas pistas para acompañar y formar a los futuros MLC en clave de una catequesis renovada y en diálogo con las otras ciencias. Teniendo siempre presente el marco referencial del llamado a la sinodalidad.

Se trata de buscar caminos para profundizar el servicio al hombre de hoy, sediento de esperanza y siempre abierto a recibir la Buena Noticia a través de testigos alegres del Evangelio que muestren con sus vidas que el mensaje de Jesús nos transforma en comunidades fraternas y abiertas.

Estos ejes atravesarán cada jornada y constituyen el alma del Simposio, la mística que animará los distintos momentos: las exposiciones, los trabajos de la tarde y los momentos fuertes de celebración y oración.

En el Simposio también habrá lugar para la Memoria agradecida por: tanto por los 60 años de la creación del ISCA y por las distintas etapas de su historia, como por el testimonio de tantos testigos de la fe que ha dado la catequesis y, además, por la figura de un catequista de alma, ese hermano que nos sigue cantando desde el cielo que es Carlos Seoane.

P.- Más allá de las ponencias ¿qué espacio se les brindará a los participantes para la reflexión y el compartir? ¿Qué puede surgir de este intercambio?

R.- Antes de contestar esta pregunta es interesante volver a mirar el logo del Simposio y lo que significa cada elemento: el centro de nuestra tarea está en el anuncio del Kerygma como certeza de salvación en toda situación con la alegría de ser testigos del Evangelio, la Palabra que es la fuente de vida para la tarea de los catequistas, siluetas en distintos colores que simbolizan la gran diversidad de los catequistas en nuestro país y la imagen de la danza que refiere a lo dinámica de la misión en un escenario de cambio epocal. Un constante movimiento animado por la música de la alegría del Mensaje del Reino que impregna todo lo que hacemos como servidores en la Iglesia.

“Laboratorio” catequético

De esto se desprende una espiritualidad arraigada en la escucha del Espíritu que impregna toda la tarea antes, durante y después del Simposio. Es muy importante para toda la comunidad del ISCA profundizar en la Mística para estar abiertos a los dones que el Señor nos quiere mostrar.

Por la tarde hemos organizado tres momentos de intercambio y trabajo en grupos más pequeños porque no solo vamos al Simposio a escuchar conferencias, sino que vamos a hacer un ejercicio de sinodalidad donde cada uno, desde la tarea que desempeña y su contexto, puede aportar a la reflexión sobre los distintos criterios para la elección y formación de los futuros MLC.  Es tarea de la Junta Nacional de Catequesis animar esta tarea de formar los equipos de discernimiento y acompañamiento en cada región. El ISCA ofrece este espacio de servicio para que en el intercambio entre todos se puedan obtener puntos de vista que orienten luego esa misión concreta en las distintas diócesis.

En la experiencia del Iº Simposio este momento de trabajo en grupos fue muy fecundo y creemos que así será en esta oportunidad. El discernimiento comunitario nos permitirá ahondar en las orientaciones de los Obispos y comprender claramente el alcance que tiene la institución de ministros laicos catequistas en la Iglesia. ¡Todo un proceso de conversión en la concepción eclesiológica! Esa es la insistencia del Papa Francisco que nos conduce a una Iglesia más sinodal.

P.- ¿Cómo se inserta este encuentro en el proceso de sinodalidad que vive la Iglesia? ¿Cuáles serán sus aportes para la Iglesia local?

R.- Creemos que,  sin lugar a dudas, hay una total sintonía entre los procesos de conversión pastoral que viene realizando la Iglesia Universal, en el marco del Sínodo de la Sinodalidad, y lo que nos proponemos en este Simposio. Tomar en nuestras manos el desafío de pensar juntos cómo instituir los MLC en Argentina, acompañados por las orientaciones de los Obispos es ya un ejercicio de Iglesia sinodal.

Vamos hacia un nuevo “horizonte evangelizador” como dice el tema del Simposio; y que mejor que hacerlo con una experiencia fuerte de escucha y discernimiento comunitario.

Nos anima la mística de entretejer todas las miradas: la rica diversidad de tareas que tenemos cada uno de nosotros, los distintos colores regionales, los contextos culturales que cada uno trae al Simposio y que representan a nuestro enorme país, los diferentes caminos de formación que hemos recorrido todos.

Nos disponemos a poner en juego todo esto en un “laboratorio” catequético que aspira a hacernos crecer como servidores de la Palabra y de nuestros hermanos.

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