Argentina: el P. Beloy decidió no continuar con el camino hacia el episcopado

Había sido nombrado obispo auxiliar de Rosario, pero después de un discernimiento no recibirá la ordenación episcopal

La arquidiócesis de Rosario iba a tener dos nuevos obispos auxiliares. El papa Francisco había nombrado a Ernesto Fernández y Fabián Belay para acompañar pastoralmente a su arzobispo Eduardo Martín.



El P. Belay indicó que cuando se enteró del nombramiento, experimentó que no podía negarme a esta misión que la Iglesia le estaba pidiendo. Con el paso de los días, en tiempos de oración y discernimiento, comenzó a tener otra visión sobre la decisión tomada. “Por ello no voy a continuar el camino hacia el episcopado”, aseveró.

El titular de la pastoral de drogadependencia dijo también que experimentó, con mucha fuerza, que la vocación sacerdotal es su identidad más profunda, sobre todo “en medio de una comunidad que camina con los predilectos de Jesús”. Cree, además, que este es un tiempo para continuar con los procesos ya iniciados, más que para ocupar lugares nuevos.

Después de haber tomado estado público su designación, entiende que este nuevo paso puede herir la fe de muchas personas, por lo cual pidió perdón y ofreció, a modo de reparación, todas las contradicciones que tenga que vivir.

Agradeció a su obispo por el acompañamiento y la confianza de este tiempo. Y pidió por el nuevo ministerio de su compañero Ernesto Fernández, que será -según su entender- un bien para toda la Iglesia. Finalmente, en este año mariano arquidiocesano, pidió la bendición de la Virgen para “toda nuestra Iglesia que camina bajo su amparo”.

Las palabras del arzobispo

Por su parte, el titular rosarino, Eduardo Martín, informó a toda la comunidad que después de un profundo discernimiento espiritual, y de diálogo y consulta con él y con otras personas de confianza, el p. Fabián “ha llegado a la conclusión, en conciencia, delante de Dios de no recibir la ordenación episcopal”.

Asimismo, comentó que solicitó al Santo Padre la dispensa de este nombramiento, la que le fue concedida, y ahora continuará con el ejercicio de su ministerio sacerdotal.

Pidió seguir confiando plenamente en el Señor que guía y sostiene a la Iglesia, “sabiendo en la fe que todo coopera al bien de los que aman a Dios”. Y puso en las manos de la Virgen del Rosario, la vida de toda la arquidiócesis, para que Ella la acompañe con esperanza.

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