La Iglesia en Estados Unidos pide a la comunidad internacional trabajar por la liberación del obispo Rolando Álvarez

El Episcopado norteamericano advierte de una “intensificación de la persecución religiosa” en Nicaragua

Rolando Álvarez

La Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés), reafirmó su “inquebrantable solidaridad con los obispos, sacerdotes, fieles y todos los hombres y mujeres de buena voluntad en Nicaragua, que están sufriendo una intensificación de la persecución religiosa por parte del gobierno de Nicaragua”.



En nombre de los obispos, el presidente del Comité Episcopal Católico sobre Justicia y Paz Internacionales, el obispo de Rockford, David J. Malloy, lamentó que en Nicaragua, además de la prohibición de las celebraciones y procesiones tradicionales en las calles por la Semana Santa, los fieles sufrieron del “acoso policial constante en las iglesias de toda Nicaragua, la confiscación de propiedades, así como la expulsión del país de dos mujeres religiosas y un sacerdote, este último por pedir la liberación del obispo Rolando Álvarez, que languidece en prisión después de ser sentenciado injustamente”.

Asimismo, manifestó ante la comunidad internacional que ha denunciado que el gobierno de Nicaragua “ha seguido atacando a la Iglesia Católica en Nicaragua con vigilancia abusiva y obstructiva; prohibiciones de expresiones públicas de fe, e incluso, expulsiones del país”.

Violaciones a la libertad religiosa en Nicaragua

Los obispos expresaron que, ante estas “violaciones a la libertad religiosa en Nicaragua”, y a pesar de las dificultades extremas, “los fieles nicaragüenses, en unión con sus obispos y sacerdotes, han dado testimonio resiliente del poder de la Resurrección de Cristo, ya que asistieron a las celebraciones de la Pascua en números récord”.

Por lo anterior, la Iglesia en Estados Unidos instó a la administración estadounidense y a la comunidad internacional “para que continúen trabajando por la liberación del obispo Álvarez y por el restablecimiento de la paz y el estado de derecho en Nicaragua”.

“Que Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, patrona de los Estados Unidos y Nicaragua, abrace a sus hijos durante este momento difícil y los ilumine con la luz de Cristo resucitado”, concluyeron.

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