Zanchetta, a prisión domiciliaria en un monasterio

  • Hace cuatro meses había sido sentenciado por “abuso sexual continuado agravado”
  • Las víctimas de abuso repudiaron la decisión

El exobispo de San Ramón de la Nueva Orán fue beneficiado por una polémica decisión de la la Sala II del Tribunal de Juicio de Orán que trasladó su prisión domiciliaria a una casa de sacerdotes jubilados.



El 4 de marzo pasado, Gustavo Zanchetta fue condenado a cuatro años y medio de prisión efectiva por “abuso sexual continuado agravado” ante la denuncia de dos exseminaristas.

Ahora, los miembros del Tribunal decidieron que no continúe la sentencia en la Unidad Carcelaria N° 3, sino en el monasterio Nuestra Señora del Valle de las Madres Concepcionistas Franciscanas de la congregación de la Inmaculada Concepción, con sede en la misma diócesis de Orán.

Los pedidos de la defensa

Después de la condena recibida, la defensa planteó un recurso de casación en contra de la sentencia en primera instancia realizada por este mismo Tribunal. Se espera, entonces, la resolución del pedido con la impugnación. 

En lo que respecta a la salud de Zanchetta, el abogado defensor había realizado el pedido de prisión domiciliaria, durante el mes de abril, al haber sido trasladado de una dependencia policial a la Unidad Carcelaria.

De una consulta privada que conllevó una serie de estudios médicos, pasó a ser evaluado por una junta médica del Tribunal que evaluaron su cuadro de hipertensión y la situación renal. A principios de junio, fue trasladado al Hospital San Vicente de Paul. Allí fue medicado, pero lo enviaron nuevamente al penal. Ante la continuidad de su malestar, pidieron que sea atendido por un médico particular quien solicitó el traslado a una clínica privada.

Según el abogado, Darío Palmier, la salud de Zanchetta en la cárcel empeoró. En cuanto a esta decisión, opinó que “El fallo es conforme a derecho, respetando los derechos humanos”. 

Los sobrevivientes de abusos

Uno de los denunciantes de esta causa reprochó que Zanchetta no cumpla la prisión efectiva en el penal, y habló de un entramado de poder. “Nos duele la injusticia que muestra la Iglesia, con todo lo que se va revelando y conociendo”, señaló. 

Comentó que la casa donde cumplirá la condena está conectada con el convento al que asisten familias para ir a misa, los chicos cursan la catequesis, y donde las religiosas atienden al público. 

En el proceso canónico, recordó que aún “no le quitaron el ministerio” al autor del abuso sexual simple continuado y agravado por tratarse de un ministro de culto religioso. 

Por su lado, la Red de Sobrevivientes de Abusos Eclesiásticos de la Argentina indicó en un comunicado: “Repudiamos esta beneficio para un abusador y manipulador que, desde su rol de jerarca, se aprovechó de personas vulnerables”. También se solidarizaron con los sobrevivientes y con los afectados por las decisiones de la justicia que no dimensiona la problemática de los abusos eclesiásticos.

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