Valladolid reclama una Iglesia más “participativa” y “abierta al mundo”

La archidiócesis castellana cierra la fase local del sínodo con una asamblea para analizar las aportaciones de los fieles

Una asamblea de en torno a 150 persona en el seminario de Valladolid ha sido el colofón de la diócesis castellana a su preparación en el Sínodo de la sinodalidad, convocado por el papa Francisco para otoño de 2023. Con este acto, en la mañana del 15 de mayo, se ha cerrado la fase diocesana.



Diálogo y participación

De esta manera, entre los participantes se pudo poner en común “las conclusiones del trabajo desarrollado desde principios de curso y hasta la fecha en Valladolid para tratar de dar respuesta a la pregunta fundamental de qué pasos debe dar la Iglesia, a partir de ahora, para crecer en participación, comunión y misión”, según informa la archidiócesis. Para ello, desde el Secretariado Diocesano del Sínodo, se ha presentado el documento en el que se sintetizan las aportaciones de los diferentes grupos formados en parroquias movimientos y comunidades.

“Los miles de vallisoletanos” que han participad en esta fase retratan una Iglesia que en el futuro “debe ser participativa, dialogante, menos clerical, dispuesta a acercarse a los jóvenes y a dar protagonismo a las mujeres y a los laicos en general, abierta a abrazar al diferente, solidaria, esperanzada y dispuesta al diálogo social”. Estas propuestas se desarrollan en un documento de 8 páginas que se enviará a la Conferencia Episcopal. Para el arzobispo, Ricardo Blázquez, este trabajo no es un punto y final sino el inicio de una nueva forma de caminar juntos.

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