“Absolutamente obligados a objetar” ante la eutanasia y el aborto (también los políticos)

Justo nueve meses después de la entrada en vigor de la ley de ‘muerte digna’, los obispos publican una nota para recordar a los católicos “su clara oposición” a estos “crímenes”

“Absolutamente obligados a objetar”. Los obispos españoles no dejan lugar a dudas sobre su posicionamiento y el que han de tener los católicos ante el aborto y la eutanasia, que presentan como “crímenes que ninguna ley humana puede pretender legitimar”. De esta manera se expresan en una nota doctrinal autorizada por la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal hace un par de semanas.



El texto titulado ‘Para la libertad nos ha liberado Cristo’ se hace público justo cuando se cumplen nueve meses de la entrada en vigor de la ley orgánica que regula la llamada “muerte digna”. Precisamente, el documento lanza un recado directo a la clase política, en tanto que recuerda que la objeción católica incluye no prestar colaboración ni si quiera formal o votar a favor de las normativas que lo permitan. La normativa, promovida por el PSOE, logró 202 votos en el Congreso, 141 en contra de PP y VOX y dos abstenciones.

El valor de la vida humana

A todos aquellos que tienen algún responsabilidad pública, les advierten de que “no pueden promover positivamente leyes que cuestionen el valor de la vida humana, ni apoyar con su voto propuestas que hayan sido presentadas por otros”. “Su deber como cristianos es tutelar el derecho primario a la vida desde su concepción hasta su término natural, por lo que tienen la precisa obligación de oponerse a estas leyes”, explicitan.

“Aunque no todas las formas de colaboración contribuyen del mismo modo a la realización de estos actos moralmente ilícitos”, exponen en la nota, señalan a la vez que “deben evitarse, en la medida de lo posible, aquellas acciones que puedan inducir a pensar que se están aprobando”.

Daños de estas leyes

Incluso ofrecen a los políticos cristianos una hoja de ruta, en caso de que no sea posible revocar las normativas que atentan contra la vida. Por un lado, han de dejar “clara su absoluta oposición personal”. Por otro, les instan a “ofrecer su apoyo a propuestas encaminadas a limitar los daños de estas leyes”.

Además, en la Conferencia Episcopal también detienen su mirada en las instituciones sanitarias católicas para recordarles que “no se deben plegar a las fuertes presiones políticas y económicas que les inducen a aceptar la práctica del aborto o de la eutanasia”.

Colaboración institucional

Hasta la fecha, no ha tenido lugar ningún episodio reseñable en la línea que apuntan los obispos en España, por lo que, quizás se hayan anticipado a futuribles pasos al frente por parte de las Administraciones Públicas, tal y como ha sucedido en Estados Unidos. Por eso, alertan de que “tampoco es éticamente aceptable una colaboración institucional con otras estructuras hospitalarias hacia las que orientar y dirigir a las personas que piden la eutanasia”.

De esta manera, los prelados condenan de esta manera toda acción que tenga “como consecuencia la eliminación de una vida humana en su comienzo o en su término”.  

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