Benedicto XVI justificó en un documento de 82 páginas que no encubrió abusos

El papa emérito reitera su “conmoción y vergüenza” por los abusos y leerá el informe “con atención”

Benedicto XVI

“El papa emérito, como lo ha hecho en numerosas ocasiones durante su pontificado, expresa su conmoción y vergüenza por los abusos de menores por parte de clérigos y expresa su cercanía personal y oración por todas las víctimas, algunas de las que ha visitado con motivo de sus viajes apostólicos”. Así de contundente se ha mostrado el secretario personal de Benedicto XVI, Georg Gänswein, tras conocerse el informe de abusos de Múnich que acusa a Joseph Ratzinger de mirar para otro lado ante cuatro casos de abusos.



El papa emérito envió a los investigadores de Múnich un texto de 82 folios en el que justificaba su inocencia y alababa la investigación. “Hasta esta tarde, Benedicto XVI no tuvo acceso al informe de más de 1.000 páginas del bufete de abogados Westpfahl Spilker Wastl (WSW). En los próximos días examinará el texto con la atención necesaria”, ha agregado Gänswein.

El informe de la archidiócesis de Múnich y Frisinga, donde Benedicto XVI (94 años) fue arzobispo entre 1977 y 1982, señala que no hizo nada ante estas denuncias. “En un total de cuatro casos, llegamos a la conclusión de que el entonces arzobispo puede ser acusado de omisión”, afirmó Martin Pusch, uno de los autores del informe presentado hoy en rueda de prensa que documenta al menos 497 víctimas de abusos entre 1945 y 2019, en su mayoría niños. Así, advierten que puede haber más casos no denunciados.

Sin embargo, “en todos los casos, Benedicto XVI niega contundentemente haber cometido delito alguno”, advirtió Pusch. Asimismo, alega “falta de conocimiento de los hechos”. No obstante, el equipo de abogados encargado del estudio considera “poco creíble” la reacción del papa emérito rechazando esas acusaciones y sostienen que no tuvo “ningún interés reconocible” en actuar frente a ellos.

El “balance del horror”

El arzobispado encargó hace dos años este estudio, al que los investigadores del bufete WSW denominan “balance del horror”. Los abogados están convencido de que Ratzinger tuvo conocimiento del caso del cura identificado como Peter H., quien en 1980 fue trasladado del obispado de Essen al de Múnich tras haber sido acusado de pedófilo, y allí siguió cometiendo abusos. De hecho, los abogados consideran “poco creíble” la afirmación de Benedicto XVI de que no estuvo presente en la reunión en la que se decidió ese traslado.

En la rueda de prensa no estuvo el actual cardenal arzobispo de Múnich, Reinhard Marx, hecho que lamentaron los autores de la investigación, pues había sido invitado. Al purpurado se le señala por “omisión” en dos casos. Horas más tarde admitía, en una breve comparecencia, sentirse “conmocionado y avergonzado”.

“Mis primeros pensamientos son para los afectados por los abusos sexuales, que han experimentado daño y sufrimiento a manos de representantes de la Iglesia, sacerdotes y otros empleados eclesiásticos”, ha asegurado.

“Me siento co-responsable de lo que ha ocurrido con la institución de la Iglesia en las últimas décadas”, afirmó Marx. “Sabemos desde hace años que la Iglesia no tomaba en serio los abusos sexuales, que los perpetradores a menudo no fueron cuestionados y que los responsables miraron hacia otro lado”, añadió.

Por su parte, el director de Sala Stampa, Matteo Bruni, a preguntas de los medios, señalaba esta mañana que “la Santa Sede cree que debe prestar la debida atención al documento”. Asimismo, reitera su “vergüenza” por los abusos a menores cometidos por sacerdotes. El Vaticano asegura su “cercanía a todas las víctimas y confirma el camino recorrido para proteger a los pequeños, garantizándoles entornos seguros”.

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