La Conferencia Episcopal reinventa las Semanas Sociales para “regenerar la vida pública”

  • Tras la pandemia, los obispos reactivan este foro de reflexión en Sevilla el último fin de semana de noviembre, con un trabajo previo en las diócesis
  • El arzobispo Saiz Meneses defiende que “la Iglesia es de Cristo y del Evangelio, ni de derechas ni de izquierdas y tiene una Doctrina Social rica que ilumina las sociedades”

La Conferencia Episcopal ha dado un giro a lo que tradicionalmente se han conocido como Semanas Sociales y que arrancaron en 1906, los foros de reflexión que desde hace décadas promueve la Iglesia española en materia política, económica, solidaridad…



Para ello, se ha buscado involucrar a las diócesis para esta primera edición postpandemia en una fase preparatoria. En las doce Iglesias locales que se han involucrado, se ha llevado a cabo un trabajo previo de debate en torno a la guía elaborada por la Junta Nacional de las Semanas Sociales, “La regeneración de la vida pública. Una llamada al bien común y la participación”.

Con sus conclusiones, se desembarcará en la XLIII Semana Social de España que tendrá lugar en Sevilla del 25 al 27 de noviembre, de la mano de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social y Promoción Humana. En la cita, participarán, entre otros, el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, la ex ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, y la secretaria general de Cáritas, Natalia Peiro.

Universidad ambulante

“Las Semanas Sociales han sido tradicionalmente una universidad ambulante de la Doctrina Social de la Iglesia, porque políticos, empresarios, docentes iban a un lugar concreta a compartir sus inquietudes“, expuso Jesús Avezuela, presidente de estas jornadas y director general de la Fundación Pablo VI, durante la rueda de presentación de este encuentro, en la que estuvo acompañado por el arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses.

El arzobispo subrayó la importancia de este foro en tanto que busca “el discernimiento del aquí y el ahora de la Iglesia” para “el bien común de la sociedad a la luz del humanismo cristiano”. “No se trata de encontrar maquillajes o remedios superficiales” al contexto actual, expuso Saiz Meneses, que hizo un llamamiento a “regenerar los valores morales y sociales que se consideran perdidos o que han quedado disminuidos”. El prelado explicó que se trata de “una tarea profunda y compleja que requiere de todos los agentes y de todas las instancias de la sociedad”.

No soluciones técnicas

Sobre la duda que planea siempre sobre la pertinencia o no de que la Iglesia hable de política, Saiz Meneses que “la Iglesia es de Cristo y del Evangelio, ni de derechas ni de izquierdas y tiene una Doctrina Social rica que ilumina la vida de las personas y las sociedades”. Con esta premisa, el pastor echó mano de la encíclica ‘Caritas in veritate’ de Benedicto XVI para subrayar que “la Iglesia no ofrece soluciones técnicas a los problemas económicos sino criterios”.

“El Evangelio y Cristo no son una realidad espiritualista desencarnadas”, insistió el arzobispo que aclaró que  “nunca debe entrar en política, pero sí iluminar las situaciones de las personas, las familias y las sociedades, iluminar problemáticas concretas”.

No vivir aislados

Precisamente, desde esta mirada justificó que los cristianos “como ciudadanos han de contribuir al buen funcionamiento de la sociedad, de sus estructuras y realidad”. “El laico cristiano no vive aislado y está llamado a ser sal, luz y fermento en la masa. No solo es aconsejable su presencia, sino que es un deber que nace de su propia vocación de bautizado”, añadió.

Avezuela rechazó este “miedo a que la Iglesia se mete en problemas públicos” en tanto que “sería traicionar a la propia esencia de las semanas sociales”.

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