Llega a México la película ‘Corazón de héroe’ sobre la vida del ‘santo apóstol de los leprosos’

El padre Damián de Veuster, de nacionalidad belga, se hizo médico y enfermero, y llevó la luz del amor a la isla de Molokai, conocida como la ‘colonia de muerte’, para vivir y morir entre leprosos

película Corazón de héroe

Fue presentada en las ciudades de Vallarta, Tequila, Guadalajara (Jalisco) y León (Guanajuato), así como en la Diócesis de Cuernavaca (Morelos) la película ‘Corazón de héroe’, sobre la vida de san Damián de Veuster, mejor conocido como el “apóstol de los leprosos”.



La cinta fue realizada por la productora argentina Splendor a lo largo de dos años; tiene una duración de 135 minutos y fue dirigida por el hermano Luis Javier Zito, quien pertenece a la Congregación Miles Christi, la cual colaboró en el financiamiento.

De acuerdo con Splendor Producciones -productora integrada por familias católicas– esta película está ambientada en la segunda mitad del siglo XIX, narra la historia del padre Damián, con algunos sucesos de su niñez y adolescencia en la región flamenca de Bélgica.

Da cuenta de su vocación como sacerdote de los Sagrados Corazones y sus aventuras misioneras en las lejanas islas de Hawai.

“Todo ello fue preparando su corazón para el sacrificio más heroico de su vida: vivir y morir entre los leprosos desterrados en la isla de Molokai; allí día a día, con sencillez y alegría, gastó su vida en favor de aquellos desdichados”, señala la casa productora.

Un testimonio muy actual

En el mensaje del papa Francisco por la V Jornada Mundial de los Pobres habla justamente del “apóstol de los leprosos”.

Señala que un ejemplo de santo que ha hecho de su proyecto de vida el compartir con los pobres, es el padre Damián de Veuster, santo apóstol de los leprosos, quien con gran generosidad respondió a la llamada de ir a la isla de Molokai, convertida en un gueto accesible sólo a los leprosos.

“Puso manos a la obra –dice el Papa– e hizo todo lo posible para que la vida de esos pobres, enfermos y marginados, reducidos a la extrema degradación, fuera digna de ser vivida. Se hizo médico y enfermero, sin reparar en los riesgos que corría, y llevó la luz del amor a esa ‘colonia de muerte’, como era llamada la isla. La lepra lo afectó también a él, signo de un compartir total con los hermanos y hermanas por los que había dado la vida”.

Para el Santo Padre, “el testimonio es muy actual en nuestros días marcados por la pandemia de coronavirus. La gracia de Dios actúa ciertamente en el corazón de muchos que, sin aparecer, se gastan por los más pobres en un concreto compartir”.

Informes

Para mayores informes sobre cómo ver esta película, es necesario enviar un mensaje a cualquiera de estos correos electrónicos: asistcoord@mileschristi.org y splendorproducciones@gmail.com

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