Manuel Bretón, presidente de Cáritas España, ha visitado Ceuta para conocer de primera mano la situación existente en la Ciudad Autónoma. Atiende a Vida Nueva recién aterrizado en Málaga, de vuelta. Sobrecogido por lo vivido, exige que “no se olvide a Ceuta” y se ofrece para mediar con el Gobierno en búsqueda de una solución que “ya sólo puede ser política”.
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Pregunta.- ¿Qué ha encontrado en Ceuta?
Respuesta.- La situación es realmente tremenda. Hay unas tres mil personas allí, por lo menos mil de ellos niños, sin comida, sin techo, sin higiene adecuada, sin atención médica… España no puede mirar para otro lado. No podemos olvidar a Ceuta.
P.- ¿Era lo que esperaba?
R. He hablado a menudo con Manuel Gestal, director de Cáritas en la ciudad, y con varios voluntarios, y me han mantenido totalmente al día de lo que venía ocurriendo y de cómo estaban las cosas. Pero hasta que no lo ves con tus propios ojos, hasta que no pisas la calle, no puedes ser consciente de lo que hay, no es posible darse cuenta de la verdadera magnitud de lo que está ocurriendo allí.
P.- ¿Y qué está ocurriendo?
R.- Hay niños solos por todas partes. Si te paras, encuentras menores, mientras caminas, te salen al paso, mires donde mires los ves… Y muchos de ellos son niños niños. Hay muchísimo menor de diez años paseando por las calles, solos… También hay mucho adolescente solo, claro, pero tanto niño… Yo sólo podía pensar ¿pero cómo se vive así? Les podemos alimentar, pero eso no es suficiente. Necesitan cuidados, necesitan formación, necesitan higiene, necesitan acceso a atención médica adecuada, y, sobre todo, necesitan cariño, mucho cariño.
P.- ¿Ha visto la ciudad tranquila?
R.- La gente de a pie de Ceuta ha respondido maravillosamente, con una generosidad increíble, y sostenida en el tiempo. Y no solo dando dinero o comida. Yo he visto a dos chicas en una zapatería comprarle unas zapatillas a un niño porque las necesitaba. Pero lo que está pasando allí no es sostenible, el día menos pensado puede haber un estallido, demasiada gente en la calle.
“Un conflicto con origen diplomático”
P.- ¿Y las naves que han habilitado?
No son suficientes. Me consta que están dándolo todo y esforzándose, y sé que se están construyendo más. Hoy hemos visitado uno de estos centros donde había unos 300-400 niños. Una barbaridad. Estando allí hemos vivido un incidente que puede hacernos ver la gravedad de la situación. En un momento dado de nuestra visita, se ha formado un gran revuelo que ha resultado ser una chica que ha tratado de suicidarse. Ha sido tremendo.
P.- ¿La solución está solo en manos del Gobierno central?
R.- Sin duda. El origen del conflicto es claramente diplomático. Yo comentaba al señor Vivas que esto me recordaba a la Marcha Verde sobre el Sáhara en pequeña escala. Miles de personas cruzando la frontera, miles de civiles desarmados. Y, ¿qué vas a hacer? ¿Dispararles? No es posible. El presidente de la ciudad autónoma me decía que lleva semanas avisando de que esto ha sido otra Marcha Verde y que el Gobierno debe mover ficha y tomar decisiones que zanjen la crisis.
P.- El mismo presidente Pedro Sánchez ha visitado Ceuta…
R.- Sí. Acudió durante el estallido de la crisis. Pero venir y hacerse la foto es muy bonito, pero no la solución. El problema sigue aquí, y hablamos de personas que lo están pasando francamente mal. El Estado debe responder y no olvidarse. No vale sacarse la foto sobre el terreno y olvidarse. Tienen que asumir responsabilidades y tomar decisiones. Y hay que zanjar esto cuanto antes.
