El Vaticano agiliza los pasos para poder excomulgar a los mafiosos

El anuncio coincide con la beatificación del juez italiano Rosario Livatino, asesinado en Sicilia y definido por Francisco como “mártir de la justicia y de la fe”

Tras la beatificación, este sábado en Sicilia, del juez mártir italiano Rosario Livatino, el Vaticano ha anunciado la puesta en marcha de un grupo que estudiará la “excomunión de los mafiosos”. Una comisión, creada en el Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral y que incluye al arzobispo de Palermo, Michele Pennisi; al magistrado Giuseppe Pignatone, al sacerdote Luigi Ciotti y a la política Rosy Bindi.



Para el papa Francisco, en nuevo beato es un “mártir de la justicia y de la fe”. Tras la oración del Regina Caeli de este 9 de mayo, el pontífice destacó que “en su servicio a la comunidad como juez recto, que nunca se dejó corromper, se esforzó por juzgar no para condenar sino para redimir”. “Su trabajo lo puso siempre bajo la protección de Dios, por eso se convirtió en un testigo del Evangelio hasta su muerte heroica. Que su ejemplo sea para todos, especialmente para los magistrados, un estímulo para ser fieles defensores de la legalidad y la libertad”, añadió.

Vittorio V. Alberti, coordinador de la comisión, ha destacado que “queremos que quede claro que no es posible pertenecer a las mafias y formar parte de la Iglesia”. Para este oficial del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral los mafiosos no están en comunión con Dios”, declara tajante en una entrevista a los medios vaticanos.

Comienza la sensibilización

“La comisión se creó para continuar el trabajo que iniciamos hace cuatro años sobre la mafia y la corrupción. En un momento dado, de hecho, nos dimos cuenta de que en la Doctrina Social de la Iglesia, en el Derecho Canónico, en el Catecismo no se menciona la excomunión de los mafiosos. Por eso, para reforzar la excomunión, los pronunciamientos y el magisterio del papa Francisco sobre este tema, hemos creído necesario intervenir”, explica.

También forman parte del grupo Raffaele Grimaldi, inspector general de los capellanes de las cárceles italianas, Marcello Cozzi, sacerdote y profesor de la Universidad Lateranense y el obispo Ioan Alexandru Pop, del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos. “La beatificación de Livatino es realmente un acontecimiento trascendental porque es el primer magistrado de la historia de la Iglesia que se convierte en beato y es un laico, un verdadero laico”, destaca el coordinador.

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