Luis Argüello: el coronavirus ha sido “un despertador” para descubrir la importancia de las relaciones y el protagonismo social

La pandemia del coronavirus “ha sido un reto para la razón y también para el sentimiento ya que no actuamos solo en función de lo que racionalmente pensamos hacer o no sino también sobre aquello nos motiva”, señalaba la filósofa, catedrática emérita de la Universidad de Barcelona y Consejera Permanente del Estado, Victoria Camps, en la Fundación Pablo VI dialogando con Luis Argüello, secretario general de la Conferencia Episcopal Española, sobre la situación presente.



Con un diálogo bajo el título ‘Nuevos tiempos, ¿nuevas personas?’ han abierto, el pasado 5 de mayo, una serie de Foros de Encuentros Interdisciplinares difundidos a través de internet que tratarán, cada 15 días, de mirar al mundo después de la pandemia del COVID-19 a partir de las impresiones de filósofos, teólogos, políticos, economistas y otras personalidades del mundo de la cultura o la ciencia.

Dependencia mutua

Ambos coinciden en señalar que la persona ha redescubierto en este momento de incertidumbre, la vulnerabilidad y el sentimiento de dependencia. Una “herida exterior e interior”, señalaba Argüello, que ha sanado gracias a la “importancia de la interdependencia y las relaciones entre las personas”. Y es que la pandemia ha mostrado que “no hay una distancia social, solo física” gracias a las comunicaciones, apelaba Camps, esbozando como ha caído la imagen del ser humano autónomo que busca su autosuficiencia y que cae en la cuenta de que “para hacer frente al peligro y para protegernos no basta un sentimiento egoísta sino que hay que ser altruista, proteger a los demás”.

El obispo auxiliar de Valladolid ha descrito lo vivido como “un despertador para caer en la cuenta de temas que siempre han estado ahí como la preocupación por el cuerpo, la fragilidad, la enfermedad o la muerte pero que la sociedad estaba ocultando”. Por ello, deduce, que debates éticos “como el transhumanismo, la posibilidad de que la ciencia acabe con la enfermedad o el escándalo del sufrimiento” con la Inteligencia Artificial han quedado desenmascarados. Por ello, Camps ha destacado que “la experiencia del coronavirus es una muestra de que la naturaleza no tolera un transhumanismo que busca acabar con el ser humano para transformarlo otra cosa” artificial. Esta es la tesis de autores como Yuval Noah Harari y su libro ‘Homo Deus’ sobre el futuro de la humanidad que, coinciden ambos, la situación de la pandemia deja totalmente en entredicho. Y es que, subraya Camps, a la limitación ante la enfermedad se ha unido “la incertidumbre, que nos da más conciencia de la finitud y la contingencia”. Quizá por ello, esgrimía la filósofa, la naturaleza con el virus se ha “vengando” del olvido que la sociedad había hecho de la limitación humana.

Protagonismo ciudadano

A Argüello le “preocupa que el elogio de lo público de estos días –el ágora, el espacio común– sea un elogio de lo estatal, algo que no coincide exactamente. Hay que dejar un terreno visible a la iniciativa de todos y cada uno”. Es lo que Camps llama “compromiso cívico” de los distintos profesionales y de todo el entorno para suplir las deficiencias que han ido surgiendo. Algo ha aflorado en uno de los problemas de la crisis, la residencias de ancianos.

Ante la situación política y económica, el secretario de los obispos, ha pedido superar antiguas “dialécticas de contrarios” para dejar atrás la confrontación y hacer posible el “protagonismo ciudadano” superando la polarización política. Algo que contrasta con el liderazgo de otros momento de superación de crisis como la reconstrucción tras la II Guerra Mundial.

Noticias relacionadas
Compartir