El conmovedor mensaje de un obispo frente a una Semana Santa sin pueblo y con las iglesias cerradas por el coronavirus

En un mensaje a sus fieles laicos y sacerdotes, el obispo de la diócesis mexicana de La Paz, Miguel Ángel Alba Díaz, aseguró que el confinamiento al que ha obligado la pandemia del coronavirus Covid- 19 hará que esta Semana Santa sea extraordinaria, por varias razones.



En un primer momento, dijo: “Este año viviremos una Semana Santa mucho muy especial e inolvidable; una Semana Santa en la que los sacerdotes celebraremos solos, a puerta cerrada y sin pueblo, solamente rodeados de los colaboradores indispensables para la celebración de los sagrados misterios”.

Y luego, con voz entrecortada, continúa: “A diferencia de otros años, no haremos procesión con los ramos; a diferencia de otros años, no lavaremos los pies de los ‘apóstoles’; a diferencia de otros años no habrá monumento, y a diferencia de otros años, no visitaremos los siete templos”.

Sin embargo –dijo– “será una Semana Santa excepcionalmente fabulosa, porque estaremos libres de todo aquello que nos impedía acercarnos a Dios, y que nos tentaba: ir a la playa, salir de vacaciones, pasear. Ahora tendremos tiempo”.

Para vivirlo desde casa

El obispo aclaró que si bien el Domingo de Ramos la gente no irá al templo a recibir a Jesús a causa de la contingencia, “será Jesús quien salga a las calles”.

En este sentido, informó que Cristo-Eucaristía recorrerá todas las calles de las colonias, por lo que invitó a los fieles a cortar un ramo de cualquier árbol que se tenga en casa, y cuando pase el párroco con el Santísimo, salir a la puerta para aclamarlo: ‘Que viva mi Cristo, que viva mi Rey’, y “sus ramos –dijo– quedarán benditos, porque no es el agua, sino Cristo quien bendice”.

Para el Jueves Santo, pidió que la celebración se viva en la intimidad de la familia, como lo hizo Jesús en el Cenáculo. Que cada jefe de familia, proclame la Palabra donde se narra lo que ocurrió en la Última Cena; lave los pies a sus seres queridos, y descubra que la autoridad cristiana se nos da para servir, no para mandar.

“La autoridad no es para decirle al niño: ‘Hijo, tráeme otra cerveza’; ‘Vieja, el café está muy frío’. Bendiga el pan, porque ustedes son sacerdotes por el bautismo; pártanlo y compártanlo con los miembros de su familia”, les dijo.

Anunció que el Viernes Santo la imagen del Señor crucificado recorrerá las principales calles de la ciudad y de los pueblos, con cantos penitenciales. “Cuando escuchen la proclamación: ‘Miren el árbol de cruz donde estuvo clavado el Salvador del mundo’, salgan a la puerta de su casa y adoren. Luego, dentro de su casa, besen la imagen del Cristo que tienen en su propio hogar, sepan que fue por sus pecados”.

Finalmente, para el Sábado Santo por la tarde, en la Vigilia Pascual, invitó a los fieles a pedirle a Dios que bendiga sus cirios, leer el pasaje bíblico de la Resurrección de Señor, y rezar juntos. “Luego, salgan y adornen la fachada de su casa con signos de alegría, manifiesten su fe. Muestren que Cristo vive, que Cristo está con nosotros, que Cristo se quedó aquí, porque el Señor resucitó”.

“Que esa sea esta Semana Santa especial, y ese Cristo, al que muchas veces visitamos, hoy visite nuestras calles y se haga presente en nuestros hogares, en esa Iglesia doméstica que es cada una de nuestras casas”.

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