Los obispos de México piden a sus sacerdotes prepararse para lo que viene con el coronavirus

“Dadas las circunstancias que ya todos conocemos y el posible incremento de este suceso, debemos estar preparados ante la demanda que se nos hará de estar presentes y acompañando a los pacientes de Covid- 19, proporcionándoles los sacramentos de Unción de los Enfermos, Confesión y Viático”.



Así lo indicó la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) a través de su Plan Emergente Nacional Sacerdotal COVID- 19, presentado este miércoles 1 de abril, y en el que indica a los sacerdotes qué hacer ante esta circunstancia de la cual –dice– “no podemos huir, pues está en nuestra realidad”.

El documento está firmado por el responsable del Clero en la CEM, el obispo Roberto Domínguez Couttolenc, obispo de la Diócesis de Ecatepec, quien llamó a los sacerdotes a utilizar medidas de protección básicas cuando sea necesario visitar a un fiel enfermo: bata, guantes de látex, tapabocas N95 (mascarilla dura), cubre zapatos y gorro.

Si no tiene esta protección, no se acerque al paciente, pues se va a contagiar, y será propagador del virus a más personas”, advirtió.

Adicionalmente, dejó en claro que esto sólo lo podrán hacer los sacerdotes que no tengan enfermedades preexistentes como diabetes, hipertensión, obesidad mórbida, o alguna otra que los haga estar débiles en sus defensas.

Indulgencia a paciente en casa

El obispo también recordó a los sacerdotes que el papa Francisco ha concedido la indulgencia plenaria a los fieles enfermos de coronavirus, a los agentes sanitarios, los familiares y a todos aquellos que cuidan de los enfermos, sólo con recitar el Credo, el Padre Nuestro y una oración a María.

En este sentido, pidió a los sacerdotes proponer a los fieles lo siguiente: “Voy a estar afuera de su casa (en la calle), ustedes familiares, pueden estar en la puerta principal de la casa. Si está cercana la puerta principal de la banqueta o calle, estar a una distancia de 1.5 metros o más. Hagan una oración con la familia e impártanle la indulgencia plenaria al paciente. Si es posible que el paciente esté en videollamada para que participe y vea que recibe la indulgencia, excelente, si no puede, que la familia se lo manifieste”.

En cuanto a la indulgencia a paciente en hospitales, explicó que el nosocomio debe proveer lo que el Secretario de Salud manifestó para la atención a esos pacientes, si no hay el material necesario –dijo– desde afuera de la habitación o cubículo impártanle la indulgencia plenaria”. Y una vez declarada la fase 3 de la emergencia sanitaria, impartir la indulgencia plenaria desde sus parroquias a los enfermos de Covid- 19, a sus familiares y al personal médico.

Cuidar la salud psicológica

Domínguez Couttolenc advirtió también a los sacerdotes que a lo largo de la cuarentena será normal que pasen por distintos momentos y estados emocionales: estrés, ansiedad, soledad, frustración, aburrimiento, enfado, sentimientos de miedo y desesperanza, etcétera, efectos que pueden durar o aparecer incluso posteriormente al confinamiento.

Al respecto, les pidió cuidar sus acciones, pensamientos y sentimientos para responder adecuadamente “en los periodos en los que el ánimo pueda fallar y, la sensación de incertidumbre o desasosiego crezca, si es que se llega a dar el caso”.

Hagan deporte –les pidió– según las circunstancias y los medios que estén a su alcance, para que tengan salud de cuerpo y mente. “No es un tiempo desocupado, de huir, de dispersarse, de desentendimiento humano, espiritual y pastoral, sino de unificar el corazón y los sentimientos para cuidarnos y servir mejor al Pueblo de Dios”.

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