Tras la cancelación de las Fallas y la ofrenda a la Virgen de los Desamparados, el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, se ha dirigido a la diócesis a través de una carta en la que señala que “vivimos momentos para orar. Es la hora de la fe y de la confianza, no del miedo ni del pánico ante la epidemia del ‘Coronavirus’”. Por ello, “en estos momentos cruciales que vivimos en el mundo, y particularmente en España y en Valencia, sentimos la gran necesidad de acudir a la oración, no por evasión ni huida, ni por cruzarse de brazos, sino porque la oración sincera hecha desde la fe es el mayor de los realismos y del compromiso con nuestro pueblo”, ha señalado.
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Unidos en la oración
En su escrito se dirige a la “Madre de los Desamparados e Inocentes” para encomendarle la “situación delicada que atravesamos, los sufrimientos que en estos tiempos se ciernen sobre nuestra población”. Por ello, reclama que los creyentes se mantengan “unidos en oración, hecha en casa en familia o en la soledad de nuestras iglesias y santuarios, ante el Sagrario, porque hay muchas personas sufriendo, como los afectados, los ancianos, pero también los sanitarios, los médicos, que con tanta abnegación y sentido de responsabilidad están atendiendo o previniendo a los afectados o allegados”.
Con sentido de agradecimiento a los profesionales médicos, Cañizares tiene una palabra de aliento hacia las autoridades y recomienda que “en estos momentos de incertidumbre y dificultad que nos envuelven, pidamos para que desaparezca del mundo entero esta epidemia”. Y no olvida que Valencia “hace el sacrificio de aplazar sus Fallas, tan valencianas y entrañables” y confía que sea para encontrar en Cristo “toda gracia, esperanza y consuelo”.
Para el arzobispo, “la gran manifestación de caridad, de solidaridad para con la totalidad de nuestro pueblo, es que elevemos nuestra plegaria y clamemos al Señor que nos bendiga, que no dejemos de hacer su voluntad como Jesús ora en la hora suprema de su verdad superando”.
