La memoria histórica para reconstruir la paz, el perdón y la reconciliación en Colombia

  • La Comisión de Conciliación Nacional (CCN), el año pasado, promovió diversas actividades en las zonas neurálgicas, entre ellas el diplomado de Memoria histórica
  • Vida Nueva presenta los testimonios de esta experiencia eclesial de construcción de perdón y reconciliación

Desde el 19 de diciembre, en Colombia se vivieron momentos de mucho dolor. En medio de las celebraciones navideñas, cayeron asesinados ocho líderes sociales a manos de la violencia, según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz).



La Iglesia apuesta como nunca a la reconciliación, que pese al recrudecimiento del conflicto, sigue presente en territorios escuchando testimonios, acompañando a las víctimas y abogando por que se implementen los acuerdos de paz.

Es el caso de la Comisión de Conciliación Nacional (CCN), que durante el año pasado promovió diversas actividades en las zonas neurálgicas, entre ellas el diplomado de Memoria histórica, un ejercicio contundente de testimonios crudos, que pese a lo vivido, prefieren el camino del perdón y la reconciliación. En voz de dos de sus protagonistas, Vida Nueva presenta los testimonios de esta experiencia eclesial.

Protagonistas de una nueva paz

Leyla Doris, del Chocó, perdió a uno de sus pequeños hijos

Leila Doris Parra vive en el municipio del Sipí, departamento del Chocó. Su historia es dura, es una de las víctimas del conflicto. Un ataque con bomba por parte del ELN (Ejército de Liberación Nacional) destruyó su casa y cobró la vida de uno de sus tres pequeños hijos. Uno de los sobrevivientes perdió una pierna.  “Tengo un niño de 9 años que ha vivido seis años con una prótesis, no puede hacer cosas de niños como jugar fútbol, porque le falta su pierna”, añadió.

“Queremos ser partícipes de una paz nueva, cerrar y sanar esas heridas, poder olvidar estos lamentables acontecimientos. Por ello tengo mucho que agradecer a la Iglesia por las iniciativas que han realizado los territorios”, ha expresado.

Aprender a perdonar

Con todo y lo que le ha tocado vivir,  esta joven madre no duda en afirmar que sí cree en la reconciliación y el perdón, porque “a pesar de que mataron a mi hijo, lo primero que yo le dije a quienes hicieron el daño fue que yo los perdonaba de corazón, para que algún día Dios los perdonara ellos. El único castigo que ellos iban a tener era su propia conciencia”.

De su parte no queda ningún resentimiento, por eso pide a los colombianos que “antes que todo busquen la paz interior, que se reconcilien con ellos mismos, para que después que hagan esto busquen la reconciliación con las otras personas”.

“Toda persona tiene una oportunidad de cambiar y hay que aprender a perdonar. Así como Jesús perdonó a quienes lo llevaron a la muerte, si él lo hizo porque nosotros no podemos hacerlo. Los invito a perdonar, lo dice la voz de la experiencia”, acotó.

Prevalece la esperanza

Paola, una joven activista del Cauca

Paola Andrea Sinisterra fue una de las que hizo posible este proceso de reconstrucción de memoria en el Cauca en los municipios del Caldono y Tambo de la mano de la CCN. Fue una formación dirigida a agentes de pastoral, líderes y lideresas comunitarios, docentes, excombatientes, víctimas del conflicto armado, personas que de alguna manera vienen desarrollando un trabajo importante en la reconciliación y la paz territorial.

Para la líder este territorio por su ubicación geográfica llevan sobre sus hombros el peso de la estigmatización, “es en la misma diversidad de la gente y su capacidad donde reside el valor de cada uno los caucanos y caucanas”.

Si bien es un escenario que genera incertidumbre, muchas veces con estas historias prevalece esa esperanza –asegura– más allá de lo que pueda representar las secuelas que puede dejar el conflicto.

Sacar aprendizajes

Este proceso formativo –en voz de su coordinadora– posibilitó escenarios de escucha, donde de “una manera respetuosa se pudieron expresar las opiniones, perspectivas diferentes, en el marco del conflicto armado y a partir de ello construir nuevas narrativas de cara al proceso de reconciliación”, afirmó.

“Creo que más allá de las afectaciones, está el poder que reside en cada ser humano y en la capacidad de resiliencia que ha permitido sobrevivir en el conflicto y emprender un proyecto de vida desde una lógica de reconciliación y paz que es lo que anhelan desde los territorios”, ha aseverado.

Asimismo Paola considera que las vicisitudes serán superadas una vez que cada persona encuentre el valor de la cohesión y unidad desde las prácticas de las tradiciones, de la cultura desde el legado de los ancestros, porque “desde allí construyen esas herramientas para sacar esos aprendizajes que nos permitan superar todo ese contexto de violencia”.

Foto: Semana

 

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