El presidente de Cáritas invita a construir un Ecuador sin corrupción ni autoritarismos

  • Julio Parrilla Díaz, obispo de Riobamba, en un duro mensaje a la opinión pública, ha fijado posición sobre los últimos acontecimientos en el país
  • “No es que todos los políticos sean malos (¡faltaría más!), pero lo cierto es que la política deja bastante que desear”, fustigó

“No miren a los políticos, miren al futuro”. De este modo Julio Parrilla Díaz, obispo de Riobamba y presidente de Cáritas Ecuador, en un duro mensaje a las fuerzas políticas, ha fijado posición sobre los últimos acontecimientos en el país a causa de las protestas de sectores indígenas, campesinos y estudiantiles ante las medidas económicas aplicadas por el gobierno de Lenín Moreno.

El prelado ha advertido que frente al caos y su secuela de denuncias, procesos y desbandadas en el país se está sembrando un sentimiento de decepción y de tristeza considerable. “Cuando hablo con los jóvenes (y con la gente en general) percibo este desaliento que nos invade y que puede llevar al fracaso a cualquier país. Por eso, urge hacer justicia y poner las cosas (y las personas) en su sitio”, ha dicho.

“La política deja bastante que desear”

Ha criticado a los partidarios del expresidente Rafael Correa al referir que está “cansado de verles la cara a todos los pequeños y ridículos diosecillos del correismo, pienso que ya va siendo hora de que la pesadilla de los corruptos dé paso a los sueños de los buenos ecuatorianos”.

“No es que todos los políticos sean malos (¡faltaría más!), pero lo cierto es que la política, entendida como proyecto colectivo para organizar y sacar adelante la vida de un pueblo con justicia y equidad, deja bastante que desear”, fustigó.

También ha señalado que los males dejados por la corrupción hacen y siguen haciendo daño a la sociedad, porque es “un mal que hipoteca la vida del país y lo deja marcado para muchos años. Lo peor no es el dinero que han robado a los pobres del país, sino la sub cultura que han ido creando”.

Conciencia moral y ética

En cuanto a la preocupación colectiva de sacar adelante la economía del país es copartidario del “dolor de muchos de nuestros conciudadanos por tener un trabajo digno y bien remunerado, estable y respetuoso de cualquier derecho laboral”.

Sin embargo asegura que Ecuador necesita algo más. “Y ese algo más pasa por las familias, las escuelas, las universidades, las iglesias”, lo que ha denominado “la conciencia moral y ética de la gente” en referencia a la búsqueda del bien común.

No basta

En este sentido no basta con tener el carro del año y la billetera abultada, sino que “hay que soñar, pensar, sentir, desear, crear, estudiar y trabajar bien. Y, si Dios bendice con el don de la fe, rezar un poco más”.

El obispo ha pedido a los ciudadanos reclamar “lo que tengan que reclamar”, pero considerando muy bien el modelo de país que están construyendo, bajo cuáles valores, educación y esperanza. A la vez ha hecho votos para que “algún día, los políticos de la vieja escuela corrupta, ladrona, manipuladora y autoritaria, serán piezas del museo de los horrores del pasado”.

Foto: Cáritas Ecuador

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