El arzobispo de Oviedo carga contra la “demagogia feminista” y la “prepotencia machista”

  • Jesús Sanz aprovecha la celebración de la santina para recordar que la familia está “siendo perseguida”
  • Advierte también sobre la eutanasia: “Se echa la vida humana, como un residuo, al cubo de la basura”

Jesús Sanz Montes, arzobispo de Oviedo

“La familia es lo más querido y valorado entre nosotros, y este es un valor en el que nos encontramos mano a mano construyendo el fundamento de la sociedad. Pero la familia está siendo perseguida por quienes tienen miedo de ella por la fortaleza que entraña, por quienes no protegen la vida ni la quieren verdaderamente educar”. Así se expresaba ayer el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, en la celebración del Día de la Santina.

“Se destruye la vida que por un módico precio no dejan que nazca, se destruye la vida no ayudando a la mujer por prepotencia machista o demagogia feminista, se destruye la vida cuando se quita a los padres su responsabilidad educativa, se destruye la vida anciana o enferma terminal cuando se la echa como residuo a un cubo de basura”, enumeró el prelado. Por este motivo, “nos duele enormemente cuando se atenta impunemente contra los más vulnerables, y nos alegra sobremanera que –como me consta– se hagan esfuerzos políticos y sociales para defender a la mujer, al hijo de sus entrañas, a los ancianos y enfermos terminales, sin un rédito aprovechado de interés electoral”, indicó.

Sanz señaló que “la familia es una planta delicada que hay que proteger e incentivar. Bien lo saben nuestras Cáritas parroquiales cuando acogemos familias rotas por la pobreza, o mujeres y niños maltratados por la violencia, o jóvenes que no encuentran más salida para su inmediato futuro que salirse de nuestro mapa”. Y prosiguió: “La familia es lo que es con sus siglos de solera en donde el amor entre un hombre y una mujer, abiertos a la vida, se respetan y aman con ternura y paciencia, educando a sus hijos como quien tiene en sus manos lo más sagrado y lo más bello que se puede abrazar”.

Buena sintonía con el presidente socialista

Por otro lado, durante su alocución, mostró buena sintonía con el nuevo presidente del Gobierno de Asturias, Adrián Barbón. “Hace unos días, decía con acierto que los problemas que tenemos en la región serían de modo distinto resueltos si en lugar de mirar solo por nuestros intereses partidistas tuviésemos una mirada amplia por Asturias colaborando mutuamente”, dijo recordando las palabras del socialista, presente en el acto. “A veces vemos en algunos escenarios de la cosa pública cómo hay palabras vacías, intereses inconfesables, objetivos cortoplacistas y un uso y abuso del servicio político, trocándolo en un manejo de las cosas, los tiempos y los recursos a disposición, para un simple aprovechamiento de la propia vanidad, o del mantenimiento o conquista del poder por el poder”, aseveró.

En el mismo sentido, recordó que “el ombligo de nuestra mezquindad nos acorrala egoístamente empujándonos a mentir, a calumniar, a socavar la convivencia levantando muros o volviendo a reabrir trincheras con tantos pretextos que hacen que la colaboración sea una quimera. Pero las palabras de nuestro presidente no solo son justas, sino que, siendo sinceras, marcan el verdadero camino viable”.

Dirigiéndose a Barbón, aseguró que “cuando como arzobispo me invitan a la Junta del Principado o a los Ayuntamientos varios, a la Universidad o a las sedes de nuestra Judicatura, de nuestro Ejército, la Policía Nacional o la Guardia Civil, la Iglesia diocesana acude agradecida en mi persona, y nos sentimos honrados por la invitación. Si por algún motivo ideológico yo censurase o fuera censurado en la presencia que con respeto ciudadano y cortesía institucional nos brindamos, estaríamos cercenando el buen sentido, la respetuosa cordialidad y la mutua colaboración en tantos asuntos que el servicio a esta sociedad reclaman como recíproco entendimiento entre las instituciones que representamos”. Por ello, “acojo con interés su invitación a colaborar y con responsabilidad también yo se la brindo agradecidamente”, afirmó.

En otro orden, el arzobispo no quiso dejar pasar la oportunidad de mostrar su cercanía a las 111 familias de la Cuenca langreana, pues un ERE programado para el próximo 12 de septiembre acabará con el puesto de trabajo de varios empleados de la factoría de acero Vesuvius.

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