Francisco: “La oración no es un acto hipócrita”

  • En su primera catequesis del año, el Papa llama a los fieles a vincular el diálogo con Dios con la entrega por amor “hasta las últimas consecuencias”
  • Durante la audiencia general, también reivindicó “la belleza desde el arte” al contemplar un espectáculo del Circo de Cuba

El Papa, en la audiencia general, con el Circo de Cuba/EFE

En su primera catequesis del año celebrada en el aula Pablo VI, el Papa ha reivindicado la oración como “un diálogo íntimo con el Padre que nos ama”. Así, Francisco ha explicado que “no es un acto hipócrita ni ateo”, pero tampoco un gesto de idolatría hacia Dios. Continuando con su ciclo de reflexiones dedicadas a la oración del Padrenuestro, el Papa se adentró en el sermón de las montañas para detenerse también en las bienaventuranzas.

“Dios no quiere ser ‘amansado’ con largas retahílas de adulaciones, como hacían los paganos para captar la benevolencia de la divinidad” sino que “basta hablarle como a un padre, que sabe lo que necesita antes de pedirlo”, explicó Jorge Mario Bergoglio a los fieles que participaron en la audiencia general. Por ello, invitó a todos a mantener “siempre abierto” este canal de comunicación con Dios.

Coronar con alegría

A partir de ahí, Francisco les recordó la necesidad de vincular la oración con el quehacer cotidiano, en tanto que ese encuentro con Dios conduce a que el mandamiento del amor se ejecute “hasta las últimas consecuencias”.

“Con las bienaventuranzas Jesús corona con alegría una serie de categorías de personas que en su tiempo -¡pero también en el nuestro! – no eran muy apreciados”, expuso, para apuntar a continuación que “todos los que son capaces de amar, los pacificadores que hasta entonces habían quedado al margen de la historia, son los constructores del Reino de Dios”.

No somos superhombres

“Nosotros somos hijos de ese Dios, no superhombres capaces de lo que nadie puede hacer; al contrario, somos tan pecadores como los demás, pero podemos ponernos delante de la zarza ardiente del misterio divino y llamarle Padre, dejándonos renovar por su potencia y reflejar un rayo de su bondad en este mundo sediento de bien”, reivindicó el Papa.

Durante la audiencia, los artistas del Circo de Cuba ofrecieron un espectáculo de malabares ante el Papa. “Ellos con su espectáculo portan belleza. Se requiere mucho esfuerzo para hacerla. Hemos visto mucho entrenamiento”, dijo Francisco al concluir el acto: “La belleza nos porta la bondad y también a Dios. Continuad así, ofreciendo belleza a todo el mundo”.

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