Las puertas entreabiertas de los diáconos permanentes

Aportes del encuentro nacional llevado a cabo en Medellín

La de los diáconos permanentes es una puerta entreabierta por la que algún día entrarán los sacerdotes casados.

Lo comprobaron las 120 personas que acaban de celebrar el XIV encuentro nacional de diáconos permanentes en el seminario Redemptoris Mater de Medellín.

Sobre el tema: servidores de la reconciliación y la comunión, los diáconos y sus esposas reflexionaron, oraron e hicieron inventario de sus actividades.

Los diáconos trabajan en la formación y acompañamiento de las familias; esta fue la actividad predominante en la Arquidiócesis de Bogotá; su actividad es conjunta con los centros de orientación familiar sobre temas neurálgicos como la violencia intrafamiliar, la fidelidad conyugal, la educación de los hijos en la era digital, el manejo de la economía familiar, los problemas de la salud.

Los diáconos de la diócesis de Engativá compartieron su experiencia pastoral del cuidado de los enfermos; otra actividad diaconal se ha adelantado en las cárceles con los presos y con sus familias. En Bogotá existe un hogar que recibe a estas familias cuando vienen a visitar a sus presos.

El tema central, sin embargo, fue el de la respuesta que se le debe dar a la coyuntura actual centrada en la reconciliación. Los acuerdos y compromisos a que llegaron finalmente los diáconos hacen parte de una campaña nacional del episcopado que busca la creación de un ambiente propicio al perdón y la reconciliación, definida por el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Luis Augusto Castro, como una acción de desarme de los espíritus de los colombianos.

Acompañados por sus esposas, los diáconos parecen demostrar en la práctica la armonía entre una acción pastoral y su vida matrimonial.

 

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