CHILE – El caso Karadima sigue dando de qué hablar

La Justicia rechaza una demanda contra el arzobispado de Santiago por encubrimiento

La Justicia chilena ha fallado, en primera instancia, respecto a la demanda presentada contra el arzobispado de Santiago indicando que “se rechazan las excepciones de prescripción y de falta de vínculo o dependencia de Karadima con el arzobispado de Santiago, y se acoge la falta de legitimación pasiva de la Iglesia Católica Chilena”.

José Murillo, James Hamilton y Juan Carlos Cruz –denunciantes del sacerdote Fernando Karadima– pedían al arzobispado de Santiago, ante la justicia, una indemnización por daño moral de unos 800 mil dólares, y el pedido de disculpas públicas por el encubrimiento de los abusos sexuales cometidos por el ex párroco de El Bosque. Los tres argumentan que durante algunos años los arzobispos y otros sacerdotes no tomaron medidas precautorias ni atendieron adecuadamente sus acusaciones.

El proceso que siguió la Iglesia por las acusaciones de abuso a Karadima concluyó el 10 de noviembre de 2010 cuando la Congregación para la Doctrina de la Fe declaró culpable al sacerdote por abuso sexual de menores. Luego, en 2011, la justicia canónica lo condenó a una vida de retiro en oración y penitencia, además de la prohibición perpetua del ejercicio público de cualquier acto del ministerio, en particular de la confesión y de la dirección espiritual de toda categoría de personas. En 2012, en tanto, en el proceso civil la Corte de Apelaciones sobreseyó definitivamente al ex párroco de El Bosque luego de confirmar el fallo en primera instancia de la ministra en visita Jessica González, quien había aplicado la prescripción.

 

Un proceso que aún no termina

En la demanda contra el arzobispado de Santiago estaba incluido el fallo canónico. Sin embargo, el fallo emitido ahora por el juez Juan Muñoz señala: “en la valoración de la prueba rendida por la demandante, apreciada legalmente en conjunto con los descargos y argumentos de la demandada, no permiten formarse convicción acerca de la existencia de coerción, difamación y silenciamiento por parte del arzobispado de Santiago, en desmedro y sufrimiento de los actores, por insuficiencia probatoria”.

Y sobre las denuncias de las víctimas que señalaban encubrimiento y trabas puestas por el arzobispado, el fallo señala que “no resulta posible, asimismo, configurar encubrimiento de los abusos sexuales de Karadima por parte del arzobispado, ya que no hay prueba alguna a su respecto. La tardanza en dar tramitación progresiva a las denuncias de dos de los actores, ha sido explicada por el arzobispo de ese entonces, e incluso ha pedido perdón por dicho atraso”.

Durante la investigación han declarado más de 30 personas, entre los que se encuentra el propio ex párroco de El Bosque, junto con los cardenales Francisco Javier Errázuriz y Ricardo Ezzati. Ambas autoridades de la Iglesia estuvieron en el centro de la polémica en septiembre de 2015, tras la revelación de cartas enviadas por Errázuriz con el logo del arzobispado de Santiago al sacerdote Diego Ossa, discípulo de Karadima en la parroquia El Bosque, y al propio Karadima. A juicio del abogado de las víctimas, Juan Pablo Hermosilla, en esas cartas se demostraba que el cardenal Errázuriz había dado instrucciones “de cómo encubrir y cómo tapar los distintos ángulos del caso a medida que iba avanzando”.

En cuanto se conoció la resolución judicial, los demandantes expresaron en una declaración pública que “este fallo rechaza nuestra demanda civil basándose en que el arzobispado no representa a la Iglesia católica y, por lo tanto, no respondería ante la justicia chilena. Esto es inaceptable y grave. (…) ¿Qué seguridad y protección pueden sentir los niños y niñas que están bajo la tutela de la Iglesia en colegios y organismos de protección, si la institución, en la práctica, es impune, según este fallo?”. Y aseguran continuar adelante apelando a este fallo, en busca de justicia.

 

ROBERTO URBINA AVENDAÑO. SANTIAGO

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