Resistiendo a “su exterminio”

Endepa denuncia “conflictos por los territorios” que pertenecen a comunidades indígena.

“Tenemos la inmensa alegría de estar con ellos, en actitud respetuosa y fraterna de escucha, de aprendizaje, de diálogo intercultural, de acompañamiento en la lucha por sus derechos”. De esta manera abren el comunicado Lo que hemos visto y oído. Compartiendo el camino los delegados del Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (Endepa). Se trata de un mensaje que emitieron los participantes del encuentro anual de coordinación de esta pastoral, que se reunieron del 24 al 26 de febrero en la Casa Nazaret de Buenos Aires.

“Vemos que la Madre Tierra, casa común de todos nosotros, sigue siendo saqueada, devastada y vejada impunemente”, dice el mensaje, que también denuncia: “Son numerosos los conflictos por los territorios donde una vez más constatamos que intereses poderosos, de empresas extractivas de latifundios en manos extranjeras y locales, de emprendimientos urbanísticos…”

También, los delegados nacionales de Endepa manifestaron su inquietud por la manera en que se reprime a “los que defienden su derecho a la tierra y a vivir en un ambiente sano”. Si bien la expresión era general, teniendo en cuenta el constante descrédito que sufren los aborígenes en Argentina, resaltan dos hechos recientes: “Lo que ha vivido el Pueblo Mapuche en Cushamen (Chubut) y Guaraní en Embarcación (Salta) son graves acontecimientos que nos han mostrado las diferentes reacciones de la sociedad y de los gobiernos. Nos asombra la dura represión a los hermanos Mapuches del Lof de Cushamen”.

Y resaltan el “despojo histórico” que viven los pueblos indígenas en el país como una acción “que continúa y se consolida con mayor violencia cada vez que los gobiernos ignoran su relación vital y espiritual con la tierra y sus reclamos históricos”. Ante esta realidad, Endepa asevera que los aborígenes siguen resistiendo “hace más de cinco siglos su exterminio en defensa de su tierra, su cultura”.

También acusan a los medios masivos de comunicación por la inescrupulosa colaboración con instituciones poderosas, exponiendo “acusaciones falaces e infundadas contra los pueblos indígenas, denotando una concepción de fondo racista y discriminatorio”.

“Por todo ello –resaltan en el punto final del comunicado–, hacemos un llamado, en especial a los gobiernos, a abandonar actitudes de violencia y represión frente a comunidades indígenas, e involucrarse en la superación positiva de los conflictos en territorios indígenas, en un marco de respeto por la Verdad y las normas jurídicas vigentes, incluyendo a los indígenas como parte esencial de la solución mediante medidas no violentas que propicien el diálogo, la amistad social y la paz”.

 

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