Gianni La Bella: “Santos y las FARC coinciden en que el Papa impulsa la paz en Colombia”

Entrevista con el mediador de la Comunidad de Sant’Egidio

Gianni-La-Bella-G Comunidad de Sant’Egidio

Gianni La Bella: “Santos y las FARC coinciden en que el Papa impulsa  la paz en Colombia” [extracto]

DARÍO MENOR (ROMA) | Gianni La Bella es el representante de la Comunidad de Sant’Egidio en las negociaciones entre las FARC y el Gobierno de Juan Manuel Santos. Este movimiento laico católico cuenta con un amplio historial de mediación en diversos conflictos. La Bella considera que el proceso que se vive en Colombia ha llegado a un punto “irreversible” y que en el trabajo que queda por hacer, la Iglesia debe ser protagonista, pues tiene “autoridad, fuerza y presencia social”.

PREGUNTA.- ¿Cuál ha sido el papel de la Comunidad de Sant’Egidio en las negociaciones?

RESPUESTA.- La Comunidad comenzó a interesarse por Colombia hace años, cuando fueron secuestrados algunos italianos que trabajaban allí. Ejercimos una labor de mediación. De ahí nació un interés que pasó por un primer encuentro con las dos delegaciones en los años del presidente Andrés Pastrana (1998-2002). En el ámbito del proceso del Caguán, hospedamos en Roma durante una semana a las dos delegaciones. Junto a representantes de la ONU, hicimos una Escuela de la Paz. La experiencia del Caguán falló y comenzó una fase dura de guerrilla. En esos años mantuvimos la relación tanto con el Gobierno como con las FARC. He ido varias veces a encontrarme con sus miembros en el campo y eso ha permitido el establecimiento de una relación de confianza y respeto. En esta larga fase hemos tratado de mantener siempre el contacto abierto, convencidos de que la solución del conflicto no podía ser militar.

P.- ¿Y cómo ha sido el trabajo desde que comenzaron las conversaciones en La Habana?

R.- Sin ser mediadores oficiales, cuando se presentó la posibilidad del nacimiento de la mesa de La Habana, actuamos como sujetos participantes del proceso. Intentamos mantener el diálogo también en los momentos de crisis, haciendo un trabajo de manera más escondida, informando al Gobierno y a la guerrilla mutuamente de algunas preocupaciones del otro. También hemos ayudado a las FARC a encaminarse y a aceptar la dinámica de este tipo de proceso. Nuestra presencia se hizo más orgánica cuando tanto el Gobierno como las FARC creyeron oportuno implicar a la Santa Sede y al Papa en la mediación.

P.- ¿Cuándo sucedió esto?

R.- Se concretó cuando vino el presidente Santos a Roma para reunirse con el Papa el pasado 15 de junio. Tras su cita con el Santo Padre nos encontramos con él para poner en valor esta tesis. Luego visitamos a las FARC, que estaban convencidas de que el Papa podía dar un impulso al proceso. La petición de mediación vino de las FARC a través de una carta que le entregué a Francisco cuando visitó la sede en Roma de la Comunidad. En ella, las FARC reconocían la alta autoridad moral y política del Papa.

P.- ¿Cómo influyó la visita de Francisco a Cuba?

R.- Mantuvimos un encuentro con las dos delegaciones donde intentamos que se viera este evento como una oportunidad para entregar al Papa una especie de acuerdo de paz. Las dos delegaciones vieron el viaje como un elemento positivamente coercitivo. En julio volví a La Habana y recibí una segunda carta de las FARC en la que pedían encontrarse con el Papa en La Habana. Se veía su visita como el momento para cerrar un acuerdo, pues no se sabía después qué podía ocurrir. La dificultad de este proceso de negociación es que durante tres años se discutió sobre lo humano y lo divino, sin afrontar el problema fundamental, que es el de la justicia transicional. Una vez que esté firmada la paz, ¿qué sucede con estos señores? Ese es el nudo fundamental. Se encontró una solución que permitió deshacer el nudo cuando el Papa dejó Roma. Yo informé de ello a la Secretaría de Estado mientras el Santo Padre estaba volando hacia La Habana. El acuerdo se hizo público cuando Francisco dejó Cuba y se dirigió a Washington, pero el deseo de las delegaciones era firmarlo frente al Papa. Al final se pensó que lo más prudente era que no hubiera un encuentro, pero sí que se consideró fundamental que todos sintieran que el Papa estaba cerca.

P.- ¿De ahí viene el ángelus dedicado a Colombia en la misa de Francisco en la plaza de la Revolución de La Habana?

R.- Exacto. Trabajamos mucho para ello. La idea era que las dos delegaciones sintieran que el Papa estaba con ellos. Sus palabras en el ángelus están llenas de significado.

P.- ¿Cuál es ahora el mayor riesgo para que el proceso de paz culmine con éxito?

R.- Colombia es un país lleno de deseo de venganza: ahí está el gran trabajo que hay que hacer para la paz. Una vez logrado el acuerdo comienza un problema enorme. No obstante, la experiencia nos muestra que en el momento en que se deja de disparar, secuestrar y poner bombas, la sociedad vuelve a un nivel de normalidad. Pero hay que implementar la paz en la vida de la gente. Hay un problema: encontrar los modos para eliminar este deseo de venganza. En este sentido, es determinante el papel de la Iglesia: tiene la autoridad y la fuerza para hacer esto, pues cuenta con una presencia social muy fuerte en Colombia. Pero la paz también debe ser apoyada económicamente. Ahí hay una responsabilidad de la comunidad internacional. Luego está el problema del desminado en grandes partes del país, el de dar trabajo y viviendas a estas personas y el desafío de los resarcimientos.

P.- ¿Se ha llegado a un punto en el que este proceso resulta irreversible?

R.- Pienso que sí. Si se rompe ahora no se volverá a hablar hasta dentro de muchos años. Estamos en un momento en que las dos bolas del péndulo están juntas. Si se separan, entraríamos en una situación de ruptura y violencia extrema.

P.-  ¿Ha ayudado al proceso el crecimiento económico?

R.- Mucho. También han influido los cambios del mundo en los últimos cuatro años, entre ellos la llegada de Francisco. En las FARC se ve al Papa como alguien que se implica en batallas que ellos consideran parte de su vida, como el medioambiental. También ha pesado mucho el cansancio ante una situación que, al final, no tenía más salida que esta. Un tercer elemento ha sido la dureza de la respuesta militar durante los años del presidente Álvaro Uribe, que ha dado el sentido de la disparidad del conflicto.

P.- Queda el punto negro de la guerrilla del ELN…

R.- Así es. Es verdad que es una realidad mucho menor, de 1 a 7 frente a las FARC, pero que ahí esta. Es un problema. Y es urgente encontrar un camino para que la paz también les afecte y sea total.

Pendientes del viaje de Francisco

Colombia espera expectante la visita del papa Francisco, un momento que puede ser clave para afianzar la paz. Para Gianni La Bella, “el viaje será antes o después del verano, pero creo que la intención del Papa es visitar Colombia una vez que el proceso esté cerrado después de marzo. Puede resultar determinante para ayudar a la movilización popular para salvar la paz. Esta no es un documento; debe implementarse en un trabajo que entre en la base de la sociedad colombiana. Es una reconciliación, pero también una gran obra de justicia”, señala el mediador.

En el nº 2.980 de Vida Nueva

 

LEA TAMBIÉN:

Compartir