Teresa Forcades: "No aparco mi vocación"

La religiosa afirma que ahora la “encarna” optando a presidir la Generalitat

Teresa Forcades presenta su libro ‘Por amor a la justicia. Dorothy Day y Simone Weil’

JOSÉ LUIS PALACIOS | Teresa Forcades se ha quitado el hábito para aspirar a la presidencia de la Generalitat catalana. Pero no ha dejado de ser monja. Ha recibido permiso de su comunidad religiosa y del obispo de la diócesis de Sant Feliu de Llobregat, a la que pertenece el monasterio de Sant Benet, para disfrutar de un período máximo de tres años de “exclaustración” (VN, nº 2.945). El plácet definitivo del Vaticano no ha llegado aún, aunque se espera que lo haga en breve.

De momento, ha recibido el apoyo de la mayoría de miembros del movimiento Procés Constituent, que impulsó, junto al profesor Arcadi Oliveres, hace dos años, para encabezar “una confluencia de partidos de izquierda para las elecciones catalanas”. “Se abre la oportunidad de construir una voluntad mayoritaria de cambio, desde abajo y desde la nacionalidad histórica catalana, de plantear alternativas a unas políticas de recortes y ajustes que nos han repetido una y otra vez que son las únicas viables. Y me parecía que yo podía ser útil”, explicó Forcades el 16 de junio en Madrid, durante la presentación de su último libro Por amor a la justicia. Dorothy Day y Simone Weil (Ediciones HOAC).

“No entiendo la vida sin riesgo”

“No aparco mi vocación; es una forma de encarnarla de otra manera, una forma que tiene sus riesgos, pero no entiendo la vida sin riesgo, más aún si quieres vivir una vida inspirada en Cristo y te dejas guiar por el Espíritu”, razonaba al ser preguntada por la relación entre la vida monástica y el compromiso social.

En el libro sobre la filósofa Simone Weil y la activista Dorothy Day, Teresa Forcades defiende que no es posible “separar la experiencia del Dios cristiano, la experiencia de Jesús, del compromiso social público por la justicia”. De hecho, reconoció que el haber tenido que profundizar en la vida y la obra de estas dos pioneras cristianas para escribir esta obra le ha servido de inspiración a la hora de tomar la difícil decisión de dar el salto a la política partidista y le ha confirmado en muchas de sus intuiciones previas.

No obstante, la religiosa, licenciada en Teología y en Medicina, admitió que huye del “dogmatismo” y no considera que su opción “sea la única válida”. “No sé si entiendo la vocación mejor o peor que otras personas, pero mi experiencia me ha llevado hasta aquí”, señaló.

Durante su presencia en Madrid, aprovechó para aclarar que el carisma de su orden no es la contemplación, sino la misma “vida monástica”, y citó el caso de san Gregorio, en el siglo VI, quien abandonó el monasterio en una época de carestía para aceptar la silla de Pedro y poner la red administrativa y caritativa de la Iglesia al servicio de las necesidades de los ciudadanos romanos más necesitados.

En el nº 2.946 de Vida Nueva.