Maria Inês Vieira: “Es urgente descubrir si la Vida Consagrada continúa valiendo la pena”

Presidenta de la Conferencia de Religiosos de Brasil

Maria Inês Vieira, Presidenta de la Conferencia de Religiosos de Brasil

ÓSCAR ELIZALDE PRADA. FOTO: ROSINHA MARTINS | El Año de la Vida Consagrada ha desatado múltiples experiencias de encuentro, reflexión y compromiso para quienes asumen la vivencia de los consejos evangélicos. La Conferencia de Religiosos de Brasil (CRB) convocó a casi 2.200 religiosas y religiosos del país para profundizar sobre el núcleo de su identidad en perspectiva mistagógica y profética, con ocasión del Congreso Nacional que tuvo lugar en Aparecida, del 7 al 10 de abril. En entrevista con Vida Nueva, su presidenta, la hermana Maria Inês Vieira Ribeiro, de las Mensageiras do Amor Divino, hace balance de los desafíos, las búsquedas y los compromisos que afrontan las religiosas y religiosos de Brasil.

PREGUNTA.- ¿Cuáles son los grandes desafíos que hoy enfrenta la Vida Consagrada en Brasil?

RESPUESTA.- Los desafíos del mundo actual y de la propia Iglesia también forman parte de la Vida Consagrada. Vivimos un tiempo de fragilidad de los valores y compromisos, y asistimos al debilitamiento de las instituciones. Estamos marcados por el hedonismo y la búsqueda de placeres pasajeros. Estas realidades ponen a la Vida Consagrada en una encrucijada, y además enfrentamos la falta de nuevos seguidores y seguidoras para llevar adelante los bellos carismas de nuestros institutos. El cambio de época nos está exigiendo constante discernimiento, serenidad y alegría, con oídos y ojos bien abiertos a los signos de los tiempos en estas complejas circunstancias.

P.- Ante esta situación, ¿qué respuestas se están dando?

R.- En un tiempo de constantes y rápidos cambios es necesario retomar, a cada paso, la propia identidad. Lo que está en juego, en esta coyuntura actual de la Vida Consagrada, no es solo la supervivencia de la propia vocación o de la congregación, o incluso de la Vida Religiosa institucional; es el grito profético y el proceso mistagógico que estamos llamados a promover, con respecto al sentido de la vida. Estamos pasando por una crisis, y ya hemos hablado demasiado de ella. Lo que es urgente descubrir es si la Vida Consagrada continúa valiendo la pena. El Congreso fue un momento para sumergirse en lo profundo. Una de las preguntas planteadas a los casi 2.200 participantes fue: ¿en la Vida Consagrada usted hace experiencia del Dios de Jesús? Si cada uno responde “sí”, entonces podemos, además de agradecer, asumir actitudes proféticas y dar un paso al frente.

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En el nº 2.939 de Vida Nueva

 

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