El Papa saluda la convivencia de culturas y rechaza “la tentación de construir muros”

papa Francisco junto a dos niños sueltan palomas de la paz durante el rezo del Angelus 26 enero 2014

Tras el rezo del ‘Angelus’ dominical, manifiesta su cercanía a Ucrania

papa Francisco junto a dos niños sueltan palomas de la paz durante el rezo del Angelus 26 enero 2014

El momento en que el Papa y los niños sueltan dos palomas de la paz

ÁLVARO ESPINOSA MALAGÓN | Ante la presencia de varios miles de fieles y peregrinos de numerosos países, la Plaza de San Pedro volvió a vestirse de fiesta, para escuchar el Angelus del Papa ayer domingo 26 de enero. En está ocasión el Santo Padre, contó con la ayuda de dos niños integrantes de la agrupación Acción Católica Infantil de Roma, que desde el balcón del apartamento pontificio lanzaron palomas por la paz.

En su homilía, el papa Francisco reflexionó sobre “la vida pública de Jesús en las ciudades y aldeas de Galilea”, recordando que Galilea era “una zona de tránsito donde conocer a gente de diferente raza, cultura y religión. Galilea se asemeja al mundo de hoy: coexistencia de diferentes culturas, necesidad de discusión y reunión”.

Y realizó un inciso en la convivencia de las culturas: “En este tipo de contexto podemos asustarnos y ceder a la tentación de construir muros para estar más seguros. Pero Jesús nos enseña que las buenas noticias no se limitan a una parte de la humanidad, es necesario hablar con todo el mundo”.

Después del rezo, el Pontífice, con motivo del Día Mundial de los Enfermos de Lepra, tuvo palabras de recuerdo para los afectados de esta enfermedad, que, “aunque en declive, la sufren todavía muchas personas en condición de pobreza severa”, explicó Francisco.

El Papa también manifestó su cercanía en la oración a Ucrania, en particular a cuantos han perdido la vida en estos días y a sus familias. Y manifestó su deseo de que se “desarrolle un diálogo constructivo entre las instituciones y la sociedad civil para que, evitando todo recurso a acciones violentas, prevalezcan en el corazón de cada uno el espíritu de paz y la búsqueda del bien común”.

Finalmente, el Obispo de Roma recordó que en los próximos días, millones de personas que viven en Extremo Oriente o distintos lugares del mundo, celebraran el Año nuevo lunar a los que deseó “una vida llena de alegría y esperanza.

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