La Doctrina Social de la Iglesia, esencial para la nueva evangelización

Curso Doctrina Social de la Iglesia 2012, con Santiago García Aracil

La Fundación Pablo VI organiza un curso ante el aniversario del Vaticano II y el Año de la fe

Curso Doctrina Social de la Iglesia 2012, con Santiago García Aracil

El obispo García Aracil (dcha.), en una de las sesiones de las jornadas

FRAN OTERO. Foto: LUIS MEDINA | Se acercan el Sínodo de los Obispos sobre la Nueva Evangelización y el inicio del Año de la fe, para los que quedan apenas un mes, y continúan las reflexiones sobre cómo comunicar el mensaje de Jesús en la sociedad actual, un evento que coincide con el 50º aniversario del comienzo del Concilio Vaticano II.

Y por estos motivos, la Fundación Pablo VI, el Instituto Social León XIII y la Conferencia Episcopal Española han dedicado el XX Curso de Doctrina Social, celebrado en Madrid del 10 al 12 de septiembre, a Los nuevos escenarios de la Iglesia en la evangelización de lo social.

Unas jornadas de reflexión y trabajo encabezadas por el presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social y arzobispo de Mérida-Badajoz, Santiago García Aracil, quien, en declaraciones a Vida Nueva, recordó que, ante la situación que vivimos, la Doctrina Social de la Iglesia (DSI) “está de más actualidad que nunca”.

En cualquier caso, matizó: “Confundir la DSI con lo que hoy suena de la crisis, con solo lo económico, es un error, como error es considerar que la crisis solo es económica. Tiene sus raíces en la familia, la educación y en muchas otras cosas que, mientras no se aborden, no llegaremos a resolverla completamente. En todo caso, podremos llegar a resolver la materialidad”.

La Iglesia, con los pobres

Para Aracil, la DSI tiene como misión “la iluminación concreta del hombre desde el Evangelio”, un hombre que ha perdido su identidad “cediendo al Estado su definición a través de la moral política”. Del mismo modo, recalcó, hoy como ayer, donde más está presente la Iglesia es allí donde están los pobres.

También en los procesos educativos, añadió, “mucho antes que los estados”. Finalmente, apuntó que la DSI es “un intento de aplicación constante y reiterada del mensaje de Jesucristo a las realidades sociales en cambio”, y que “requiere una permanente continuidad”.

Sobre educación, y en concreto sobre lo que dice de ella el Vaticano II, también se reflexionó durante este curso de la mano de Jean-Louis Bruguès, hasta hace poco secretario de la Congregación para la Educación Católica, en la conferencia de apertura.

Igualmente, se abordaron cuestiones como el Año de la fe, la presencia de la Iglesia en los nuevos escenarios, el trabajo como vocación divina, la misión de la Iglesia en el mundo o cómo evangelizar lo social.

De esta última cuestión habló Juan Pablo García Maestro, de la Universidad Pontificia de Salamanca, para afirmar que la DSI “es un elemento esencial de la misión evangelizadora por ser parte integrante de la concepción cristiana de la vida”. Una afirmación, añadió, sustentada por diferentes papas, desde Juan XXIII hasta Juan Pablo II o Benedicto XVI.

“La tesis que sostengo –añadió– es que damos muchas vueltas al tema de la nueva evangelización, pero hay al final un cierto descontento porque no incluimos los elementos importantes de la DSI. No olvidemos, además, que muchas personas son más sensibles hoy a las cuestiones de la justicia, la ecología o la lucha contra la pobreza. Esta es una realidad que puede ser considerada como una auténtica oportunidad para la nueva evangelización”.

La prueba de la importancia de la DSI, continuó, se aprecia en la inserción de los temas sociales en la tercera parte del Catecismo de la Iglesia Católica, además de en documentos más recientes, como los Lineamenta y el Instrumentum laboris para el Sínodo de la Nueva Evangelización.

Al cierre de esta edición, se celebraba la última jornada del curso con la participación del catedrático de Filosofía de la Universidad Ramón Lull y consultor del Pontificio Consejo de la Cultura, Francesc Torralba, que abordaba La lógica del don y la construcción de lo social.

El evento se clausuraba con la ponencia de Luis González-Carvajal, de la Universidad Pontificia Comillas, Una Iglesia solidaria con la historia humana, presentada por el presidente de la Fundación Pablo VI y obispo de Ciudad Real, Antonio Algora.

En el nº 2.815 de Vida Nueva.

 

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